Quedate junto a mi

Quedate aquí y no te preocupes
que mientras mi mano coja tu mano
no habrá quien te incomóde,
suspende todas tus malas maneras
de Don Juan y apoyaté en mí,
que no te arrepentirás jamás,
que para eso están los proximos
días para que te eches atrás.




Ven que no te arrepentirás,
ni te volverás a ir porque
en mí te agarrarás y no te atreverás
ni a decir que te irás porque sabes
que sin mí no sabrás lo que es
vivir y te sentirás un perdedor
para quienes jactas de super potencial,
pero si me eliges sabrás que la lotería
formará parte de tu ganar y la suerte
te acompañará hasta el final.



Te quedarás o te irás tú sabrás
pero quiero que sepas que no has probado aún
la esperanza que se me dio y que tú
transformaste para que sea una inútil
experiencia y que ahora solamente eres
un maliante que mendiga en plena
noche para despertar a la que le dijo
que nunca esperará un beso suyo,
pero se quedó sin nada porque perdió
la suerte que obtuvo a un rincón
y se quedó más que con su vestimenta
que de la mejor marca dice que es
pero que ni Armani ni Mango le atraerán
orgullo de obtener, ni siquiera el
sonido de su guitarra que le sirve
de alarma de seducción pero para nada de resolución.