Quema

Quiero irme
No importa que mi madre llore
Y mi padre grite
No importa si me quemo

Quiero irme
Sólo así
Yo y mi alma
Abandonar lo material

Quiero irme
No importa que ella se deprima
Y él me olvide

Quiero irme
Sólo así
Yo y mi alma
Abandonar lo material

Quiero irme
No importa que mi madre llore
Y mi padre grite
No importa si me quemo.

 

No importa si tú eres un duende.
No importa si eres una nutria, o una comadreja.
No importa si te gusta comer aguacate con miel de caña de azúcar.
¿ Sabes qué es lo importante ?


Lo que piensen los demás, de ti.


Siempre hemos de obedecer a los demás.
En todo momento y lugar.
Pues los demás son bellos, dignos, nobles, amables, simpáticos, hidalgos, linajudos y aristócratas.
Los demás son la crema de la crema. La flor y nata.
Son únicos, importantes, relevantes, ingeniosos, ocurrentes y habilidosos.


Hombre, cuando te toca a ti el turno...
Pues a lo mejor, alguien te admira.
No sé...
Quizá te admire un duende, una nutria, una comadreja...


O tú misma.
¡ Eso es !
Tú te admiras.
Tú te asombras.


¿ Por qué ?


Por lo bonito que es un paisaje...
O lo bello que es un guacamayo...
O lo fuerte que está un perro.


¡ Qué fuertes están los perros, Dios mío de mi vida !