Quemando etapas (undécimas)

Cuando la pena me atrapa
sin visos de escapatoria,
suelo divisar la noria
del otrora en cada etapa.
Y me fijo si en el mapa
de la ventura incompleta
cada muestra está sujeta
a mi manera de actuar,
o si acaso el escenario
encontrado es el calvario
que me toca caminar.​

Sea lo que sea, callo,
y prosigo mi camino,
aunque sé que del espino
nunca encontraré su tallo.
Por lo tanto, y a caballo,
de la fortuna, mezquina,
miraré si está la muerte
esperando por mi suerte
a la vuelta de la esquina;
al comprender que la ruina
en mi vida se hizo fuerte.​

Iguazú​

 

Dos conmovedoras décimas,José, que muestran la impotencia ante los contratiempos de la vida, cuando estos parecen no tener fin, pero se sobrellevan con resignación. A veces el peso de la realidad es tal, que nos impide escapar a ese lugar al que huíamos de niños: la imaginación, ese espacio creado por nuestra mente para sobrevivir, para habitar en un sueño, que alivie nuestras heridas, allí donde reside la Esperanza.
Me ha gustado mucho.

 

Así es la vida, solo queda asumirlo.
Gracias por estar.

 

En realidad son undécimas, eso si, con la rima de espinelas.
Muchas gracias por estar.

 

No te preocupes, la culpa ha sido mía por no ponerlo en el título; hasta yo mismo he confundido, a veces, distintas estrofas, incluso llegué a hacerlo con las duodécimas, e incluso con las décimas antiguas.

Te reitero las gracias por estar.