Querías que fuera testigo

Querías que fuera testigo
del amor que te embargaba
que me alegrara contigo
al ver que alguien más te amaba.

Tal vez querías divertirte
y quisiste lastimarme
tenías ganas de reírte
y decidiste llamarme

Te pusiste en el trabajo
de montar un escenario
contigo en pleno agasajo
enterando al vecindario.

Me tocó muy buen lugar
podía ver como se amaban
podía verlos disfrutar
mutuamente se abrazaban.

No se cuál se suponía
que debía ser mi reacción
llorar con melancolía
o aplaudir con emoción.

Porque tu me acostumbraste
a este tipo de actuaciones
y aunque ahora te esmeraste
ya no hay las mismas reacciones.

La verdad no lo esperaba
conseguiste sorprenderme
y mientras los observaba
pronto me vino a la mente.

Que yo ya me había encontrado
en situación similar
debía estar acostumbrado
a actuación tan magistral.

Siento desilusionarte
lo digo de corazón
lastimarme no lograste
a pesar de tu actuación.

En plena función largarse
es de mala educación
la gente debe aguantarse
aunque sea repetición.

Sin embargo, es bien sabido
que cultura no me sobra
cuando me encuentro aburrido
abandono cualquier obra.

Te ofrezco que en la siguiente,
si me vuelves a invitar,
me esforzaré en ser paciente
y te aplaudiré al final.