Quién no tiene su cargo de conciencia

No te engañes, no ha sido otro el que falló.

Asume la culpa y crecerás como un vidrio desde sus pedazos,
recomponiéndote en la herida, aunque ya no serás el mismo,
serás un cuerpo que ha aprendido que la vida es un naufragio.

Nada con tus cicatrices al sol, sé feliz si es que puedes,
la memoria nos deja un poso que se diluye con la edad.

Paladea el licor de los buenos recuerdos como si fuera
tu último trago y disfruta del aroma que te regala el olvido.

 

Ha sido un gusto leerte poeta.
Saludos.

 

¡Quién dijo que el poeta no es un filósofo?
Los kilómetros son tantos que ya es difícil alcanzarte, mi estimado Penabad
Saludos y un abrazo, poeta

 

De cada error aprendemos si realmente deseamos crecer.
Me parece muy acertada la idea de soltar las cargas que obstruyen nuestro progreso. Hay sitios a los que jamás debemos volver y lejos de culparnos, debemos agradecer las lecciones que surgieron a partir de ellos.
Siempre me gusta leerte, amigo.
Admiro tus trabajos de calidad.
Un abrazo.

 

Gracias, Maramin, por la lectura y la amabilidad del comentario. Un abrazo.

 

Gracias por leer y dejar tu comentario. Un saludo cordial.

 

Un saludo para ti y mi agradecimiento por tu visita.

 

Gracias, amiga, por leer y por el comentario que dejas. Un abrazo.