Quimera

El fuego a cesado
El ardor sé a calmado
Sé a sofocado el deseo apremiante de tu piel
Y queda el vacío de las llamas al extinguirse
Restos quemados de un tal vez
Carbones regados de una pasión desenfrenada
De un calor que inocuo gritaba tu nombre
De unas llamas que calientes iluminaban tu noche

Viva, atrapada en la quimera de tus sentidos
Yo era fuego que abrasaba tu piel,
llama que atacaba tu alma
Incendio que avivaba tu mundo
Y hoy soy soy candil que necesita de tu aliento,
hoguera que acompaña la noche,
fulgor que se extingue al amanecer

Soy ceniza que guarda recuerdos inquebrantables,
Soy fuego, ardor por despertar.
... Frenesí que anhela mejores días​

 

La vida es cambio, debemos estar en el presente sin que el pasado sea un lastre. Bello poema y emotivo. Saludos

 

Claro que sí, todo cambio trae nuevas experiencias, y debemos estar dispuestos a disfrutarlas.

 

Hermosura de poesía excelente.

 

¡Gracias!