Quise darte un nombre

Quise darte un nombre
para hacerte más cercana
y, con las primeras luces
aún vibrando en la mañana,
te llamé Cielo,
aunque no eran azules tus ojos...
¡qué importaba!;
mas vino a desengañarme el mar
mostrando un soberbio silencio.

Quise darte un nombre,
uno que te mereciera,
que cualquier otro eclipsara,
y te llamé Estrella de Mar:
estrella por recordar al cielo,
y mar por su silencio
de aquella mañana;
mas fue cruel el viento
que borró tu nombre
sobre la arena dibujado.

Quise darte un nombre
que tan solo tú y yo supiéramos,
como un íntimo secreto
apenas madurado,
y al oído te susurré Aurora
por aquellas primeras luces;
mas caía ya la noche
cuando fuiste bautizada.

Quise darte un nombre
para que, ahora, en mi desesperación
no me atormentara
y te llamé Olvido,
aunque el mar, el cielo y el viento
hicieron que te recordara.

 

me gusta Aurora, como diste?

lindo poema, y el cierre, wowww...
se te cuela en el pecho, te di el nombre olvido.

a veces por más que queremos olvidar es como que más recuerdas.

un gusto leerte

 

Muchas gracias Sheyla por tu atento comentario. Celebro que te gusten mis letras. Un afectuoso abrazo y feliz fin de semana.

 

Leer un poema como estos es lo que el gusto por las letras le llama sencillamente delicioso. Maravillosas letras. Un saludo de amistad.