Quisiera decirme

Me gustaría escribir este párrafo
y que al acabarlo fuera mentira.
Hablar del hambre que tiene niños,
de guerras que comen hombres,
de penas con demasiada alma.

Decirme con sus bocas vacías,
para que no sean preguntas
que regresan sin nada,
dar fuerza a sus alas de incienso,
agua a su sed de justicia.

Abrirme como una recta,
amarlos como una madre,
darles la luz que me tiene,
la paz que acuna mi pulso
y el alma que se me duerme
al ver sus almas anochecidas.

Me gustaría escribir un poema
y que al acabarlo no hiciera falta.
Que humanidad fuera ya un cuenco
donde cabe el agua y la luz,
la mano, el azul y el pan,
la tolerancia y la palabra dulce.

Que el dolor fuera un grano en la arena
borrado de la memoria
con la espuma de alguna ola
de pecho tibio y palpitante,
con sangre para la vida
y no con sangre de venganza.

Me gustaría escribir la historia
borrando tantas palabras
que no dicen nada.
Que son la sombra del hueso
de la huella del odio
vacío de un silencio.
Los gritos de los que hieren
por miedo de los que callan,
por miedo de los dormidos
por culpa de sus nanas,
por miedo de que despierten
y reclamen en alta voz
la vida que les perdieron
en algún rincón de la injusticia
o en el estupor de alguna bala.

Me gustaría escribir AMOR
con la boca abierta
y con la lengua ancha,
y que al acabarlo... no se acabara.

 

un poema que quisiera decir y dice y grita de injusticias y aunque nada se pueda borrar si se pude denunciar y tus palabras hablan por sí solas y no cierran los ojos ni miran para otro lado y escriben y mira que final, eso debería ser una sentencia:

Me gustaría escribir AMOR
con la boca abierta
y con la lengua ancha,
y que al acabarlo... no se acabara.

una sentencia que creara un precedente el Amor, tú eres un amor Viento, dinos siempre...

un beso

 

Precioso!!!!!!!!!! Realmente bonito!!!!!!!!!! Aplausos, poeta!!!!!!!

 

Te pronuncio, querida Sara,
con cada sílaba encadenada
a una libertad siempre encendida,
iluminando la distancia
para que la mirada sea un puente.

 

El honor de tu presencia,
siempre abierta con los brazos
y calurosa de corazón.

Abrazo, amigo mío, desde el Mediterraneo calmo y turquesa.