Quisiera volver

Recuerdo la primera vez que deseé ser adulta.
Hoy me pesa cada sílaba de aquel deseo imprudente:​

quiero crecer.​

Ahora la vida se ha vuelto un corredor oscuro,
y me pierdo en pensamientos sobre un futuro incierto,
un tiempo en el que ni siquiera sé
si mi nombre tendrá lugar.
No debí dejar caer al polvo
los consejos que eran semillas de sabiduría.

Cambiaría todo lo que poseo,
cada logro, cada cosa,
por volver a ser niña
y quedarme allí, suspendida para siempre:
sin relojes, sin cargas,
con un horizonte interminable de horas
para saborear cada instante
y descubrir el milagro de cada amanecer.

Respirar el perfume de la tierra mojada,
sentir la caricia de la hierba entre los dedos,
mirar las estrellas sin preguntas,
hundir las manos en la tierra blanda
hasta que el barro sea mi única joya,
llevar el vestido manchado
y el cabello revuelto por el viento,
llorar solo por el ardor de las rodillas raspadas
y no por el peso invisible de un corazón roto.

Quisiera que mi única preocupación
fuera no poder jugar más tiempo al caer la tarde,
y no estos laberintos de dolores sin nombre
que ahora recorren mis noches.

Quisiera volver a ser
ese pequeño ser que ignoraba la tristeza,
ese pequeño ser que, sin darse cuenta,
ya lo tenía todo:
ya era feliz.


-Dior ​