Raciones de carne

En mi centro,

hastiado de todo,

odio hasta el aire que simula
introducirme corpórea tranquilidad,

ricos que se esconden detrás,
detrás de una filantropía venenosa,

detrás de una máscara risueña,
adornada con el sufrir de los muertos,

detrás del sol, solo hay oscuridad,

y así el mundo,
y así el anhelo de una felicidad
que nunca encuentra goce,
que esconde aún mas impotencia
que cualquier condena permanente,

detrás de su simulada tranquilidad,
hay completa e incontenible desesperación,

en frente de nuestras narices,
nuestros propios cadáveres,

no nos percatamos del peligro,

y ahora, descuartizados,
observamos como nos cocinan,

aquellos que creíamos,

"compañeros" de raza,

ahora raciones de carne pútrida.