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RadiografÍa de la depresiÓn (poemas)

Tema en 'Poemas Melancólicos (Tristes)' comenzado por Felipe Antonio Santorelli, 30 de Agosto de 2010. Respuestas: 4 | Visitas: 709

  1. Felipe Antonio Santorelli

    Felipe Antonio Santorelli Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Famélicos Cuadernos

    Los famélicos cuadernos
    que se exigen y me exigen
    su dual cuota de alimento
    ya dejaron de exhibirse.

    Y la tinta fluye
    se derrama en raudales de tropos consternados;
    alucinados, eufóricos a ratos y a ratos tristes:
    bipolares.

    -El Guaire en Las Mercedes apesta-

    El asfalto granulado y pegajoso
    evapora sus alientos petroleros
    mientras
    las vitrinas resplandecen
    con su farsa de muñecas y de trapos.
    Los alisios indignados
    no disuelven la calina
    que abochorna a los viandantes…

    Y las tardes son tan grises
    que semejan al aullido del concreto;
    que parecen desespero aletargado
    de un cemento silencioso y asechante.

    Los cuadernos que se sientan a escribirse
    continúan su implacable independencia
    mientras cae la noche antagonista;
    devastada, derruida y desterrante,
    sobre las aceras capitalinas.

    Los cuadernos se disponen a dormirse
    y ya todo se termina…se termina.

    Bipolar

    El poder de mi euforia incomprensible
    surge desde las honduras de mis viejas letanías.
    La hiperactividad que me aprisiona
    nace de la tranquilidad de mi apatía.

    La risa histérica que a ratos me estremece
    se activa ante el perpetuo duelo de mi sima.

    -Dagas y alfileres-
    -Espinas y puñales-

    Un frenesí inverosímil
    irrequieto y tergiverso
    a veces me provoca escalofríos
    y el chacal me devora desde adentro
    y el turpial ya no trina su silencio
    y la lluvia se hace llanto irreparable
    y mi llanto se hace lluvia invisible,
    manifiesta y apacible y mordaz.

    Mi sonrisa es la charada del vacío,
    mi vacío es la cubierta de la nada…

    -Hondonadas abismales-
    -Fraudulentas cavidades-

    La etiqueta que me he impuesto a domicilio
    y esclaviza mi alegría tibiamente
    con grilletes y cadenas
    por lexemas y vocablos
    y morfemas inconexos…
    La etiqueta que inclemente aterroriza
    condenando a ilusiones y aspavientos
    mi existencia degollada y dividida
    reza:
    BIPOLAR

    Prozac

    Contundente es el receso de la aurora.
    Sus colores sanguinarios me incomodan,
    cual ocaso matutino se desploman
    sobre aceras taladradas por las ansias.

    Y ansimante es el momento matinal,
    todo fluye como un tiempo indefinido,
    como el aire que se muestra enrarecido,
    virulento, deleznable, apagado y aturdido.

    Y el silencio; intrigante y comedido,
    es el cómplice secreto del sedal,
    es la trampa caza bobos que me espera,
    es la mina desde el campo de batalla
    asechando mi inconsciente caminar.

    Mi tristeza me apabulla y me acaricia
    revelando desenlaces sin cuartel:
    Distorsiones persiguiendo realidades,
    Realidades sin migajas de verdad.

    Mi tristeza se escabulle entre las sombras,
    se me aleja y se me acerca una vez más
    en un baile de macabras consecuencias;
    en la danza que el suicidio destruirá.

    Es por esto que me voy a la farmacia
    y me compro mi cajita de prozac.

    La luz (distorsionando realidades)

    La luz es una lluvia
    de joyas microscópicas
    que pincelando va
    la bóveda celeste.

    La luz es; pues, nevada
    de lágrimas friolentas,
    que viene ventisqueando
    el lienzo del planeta.

    Ah luz impertinente,
    canalla y fraudulenta
    ¿por qué cubres el manto
    del orbe sideral?

    Tristeza desbordada

    Cuando la tristeza desborda su límite
    se transforma en apatía
    y ya no nos importa nada,
    ni las risas ni los llantos,
    ni la luz ni la tiniebla,
    ni la vida ni la muerte,
    ni el cielo ni el infierno.

    Y es entonces cuando enviamos
    nuestras sendas al ocaso,
    es entonces cuando damos
    nuestras vidas al acaso
    y el azar; que es insensible,
    nos devora paso a paso.

    Y el suicidio delincuente
    se apodera de la mente…

    Pensamientos suicidas

    Oh cuántos años y cuantas duras penas
    cuántos lamentos trajeados de sonrisa,
    cuántos sermones sin asistir a misa,
    cuántas lecciones vestidas de condenas.

    Y cuánto tiempo perdido en el encanto
    de aspiraciones tendidas en la nada,
    cuánta embestida cayendo en la hondonada
    de un nuevo grito dormido bajo el llanto.

    Al fin la vida se me antoja escueta,
    al fin la muerte me parece bella,
    al fin el polvo volverá a su estrella
    cuando la muerte done su silueta.


    Tan solo exijo el deleite del veneno,
    tan solo aspiro al delirio de la hoguera
    tan solo pido las delicias que me diera
    aquel reposo de un dormitar sereno.

    Cuánta dulzura se vierte en mi semblante
    que yace quedo, buscando en el incienso
    un sueño eterno que borre de este lienzo
    esta sonrisa despótica y farsante.

    Cuánto placer se riega en mi demencia
    que se adormila cubierta de mutismo,
    y cuánto enojo en el silencio mismo
    que se aventura callando la conciencia.


    Prístino goce de este momento esquivo
    que se eterniza en el segundo inerte
    en que por fin sonríeme la suerte
    de estar ya muerto, aun estando vivo.

    Tan solo quiero la caricia de la hojilla,
    tan solo busco el beso de la bala,
    tan solo espero las bondades de la pala
    vertiendo en mí su candida arenilla.

    Rapsodia subjetiva

    Me fumo las ganas de volver a verte
    en cada cigarrillo que incinera vientos,
    en cada bocanada que se ahoga en cuentos
    me fumo las ganas de volver a verte.

    Me bebo las ganas de fornicar de nuevo
    en cada copa en que navego en cueros,
    en cada vaso en que se hunden vuelos
    me bebo las ganar de fornicar de nuevo.

    Me como las ganas de comerte a besos
    en cada bocado del que aun reniego
    en cada trozo de alimento viejo
    me como las ganas de comerte a besos.

    Y ya no respiro sin tu aliento fresco
    y ya no me duermo sin tu piel de almohada
    y ya no me siento sin tu blonda llaga
    y ya no lamento sin tu pubis yerto.

    Me vuelvo hacia adentro sin tus ojos tiernos
    autismo silente enarbolo al cierzo
    calor de esquizoide me sutura el cuerpo
    si ya no me miran esos ojos bellos.

    Por eso no pido más clemencia o duelo
    que el verte parir de mi sangre un sueño,
    que el verte morir en mi poro inquieto
    y verte sangrar hasta hallarme muerto.

    Heridas palpitantes

    Hay heridas que no sangran
    pero palpitan lo mismo,
    son caídas al abismo
    de amores que se desangran.

    Hay suicidios que no matan
    pero asesinan lo mismo,
    son gotas de pesimismo,
    féretros que almas atan.

    Depresión inexpugnable,
    sedienta de almas jocosas.
    Sorbes prácticas gozosas:
    vampiresa despreciable.

    Transformas todo en escoria,
    dejando el alma vacía,
    tan triste, escuálida y fría
    como una reseca noria.

    Distorsionas realidades...
    destruyendo mocedades.


    Añicos:

    Añicos en el suelo, añicos en el alma,
    añicos esparcidos por tierras hoy en calma.
    Añicos que recuerdan querellas del pasado,
    retazos de un adiós: ¡dolor despedazado!

    Pedazos de mil vidas, no siempre ilusionadas,
    son trozos de memorias, de sueños de cascada.
    Añicos en el piso, añicos en la mente;
    retazos de un ayer que vuelve inconsecuente.

    Añicos esparcidos regresan en tropel:
    enjambres de rencores que bajan de Babel;
    pegándose a mi cuerpo, rasgándose en mi piel.

    Sollozos

    Sollozo,
    árbol corroído,
    desarraigado,
    solitario y nebuloso.

    Sollozo,
    destino sin conciencia,
    claustro sempiterno,
    poema inacabado
    de versos moribundos.

    Sollozo,
    pálpito arrítmico,
    oquedad clandestina,
    simiente silenciosa
    de gotas de rocío,
    en fin;
    apenas
    tan sólo
    un tímido
    sollozo.

    La Bipolaridad

    La bipolaridad es un estado en el cual el individuo pasa de estados de alegre excitación; conocidos como Euforia, a estados de profunda tristeza, definidos como Depresión, es por ello que les llamo Eufórico depresivos, en lugar del término “maniático depresivo” que usan los psicólogos, no me gusta el término maniático, es una palabra fea.
    Ahora, la condición depresiva presenta las siguientes características:

    1) Una honda tristeza sin causa aparente; que semeja al duelo que sentimos cuando muere un ser querido, que se conoce como melancolía.
    2) La nostalgia que inmoviliza, basada en la creencia comúnmente falsa de que todo tiempo pasado fue mejor o en la espera de un futuro brillante que nunca llega.
    3) Una distorsión constante de la realidad: Todo es oscuro, cenizo, brumoso; los colores aparecen opacos, grisáceos y sin brillo, los eventos y fenómenos que conforman la experiencia son interpretados de manera errónea y por tanto los errores se multiplican al infinito; y fracaso tras fracaso, la frustración invade al individuo.
    4) Una perpetua apatía, que aunque se parece al conformismo; difiere de él completamente, ya que en el último caso la persona se siente satisfecha con lo que tiene y por ello se conforma. En cambio en la apatía la persona no está satisfecha con lo que posee, porque la apatía no es conformismo sino rendición. En este caso son comunes los pensamientos del tipo “ya basta”; “me rindo, no doy más “o “paren el mundo, quiero bajarme”, Por tanto la apatía es un “tirar la toalla”, un abandono de las propias expectativas, una renuncia de los propios sueños.

    Las causas de la tristeza existen pero el deprimido las desconoce y no entiende el por qué de su estado. La “Terapia Cognitiva” orienta al individuo ayudándolo a descubrir las causas inconscientes de su depresión.

    Advertencia:
    Los medicamentos antidepresivos como la sentralina y el prozac, pueden producir adicción; por tanto han de ser administrados bajo estricta prescripción y vigilancia médica.
     
    #1
    Última modificación: 30 de Agosto de 2010
  2. Tuti

    Tuti Poeta veterano en el portal

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    Felipe, te digo que me quito el sombrero ante esta secuencia que dice muchísimo más de lo que aparenta... y te entiendo y te abrazo fuerte y solidariamente porque sé de lo que hablas y lo que duele.

    Que no callen aunque intenten acallar a los poetas...

    Te admiro.
     
    #2
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  3. Hada

    Hada Poeta fiel al portal

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    Vaya Felipe, tantísimo tiempo sin leerte y me encuentro con esta magnífica serie de poemas, de un tema difícil y que recae durísimo en quienes lo padecen.
    Solo puedo dejar mi completa admiración...
    Un abrazo grande, es un gusto volver a leerte.
     
    #3
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  4. Felipe Antonio Santorelli

    Felipe Antonio Santorelli Poeta que considera el portal su segunda casa

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    En verdad cuando escribí esto estaba al borde, pero la farmacia estaba abierta y compré mi cajita de fluoxetina, jeje
    Gracias cielo por pasar por estos dolorosos textos, creo que son diez en total, después escribí más pero no quise agregarlos para no sobrecargar la cosa (que ya de por si está algo pesadita)
    Lo importante es que yo estoy liviano, gracias por pasar cielo,
    besos infinitos y abrazos siderales
     
    #4
  5. Felipe Antonio Santorelli

    Felipe Antonio Santorelli Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Bueno cielo, tu me conoces, sabe lo mucho que escribo cuando me pega la luna y pensé en postear un minilibro, los tres primeros poemas son recientes, los demás son de vieja data y los coloqué acá porque se relacionan con el tema.
    Aunque creo que me equivoqué en algo, debí colocar el tercer poema de último y ordenarlos en una secuencia distinta; según la emotividad de los textos...llegar a un climax de depresión profunda con el de pensamientos suicidas (de penúltimo) y luego cerrar con el tercero.
    Bueno, como quiera que sea así queda por ahora...
    Gracias por tu hermoso comentario
    Besos infinitos y abrazos siderales
     
    #5

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