Ramera

Y yo me iré, sin mirar ya jamás,

tus ojos verdes, de brillos diversos,

en mi alforja llevo tus versos,

en mis labios el sabor de tus besos,

el tiempo pasara, y después de muchos vientos.


Ya ni mi huella veras,

solo quedara el recuerdo,

de quien poso sus manos,

en tus trémulas carnes, en tu radiante fuego.


Ese fuego guardado,

que ilumino mis noches,

que transpiro mi cuerpo hasta extasiarse,

y dejar en mi marcado,

noches de amor y de lujurias.


Vendaval de pasiones reprimidas,

a la incontenible fuerza de una moral mal entendida,

si eras ramera, ya que importa,

si en mis brazos fuiste gentil y sincera,

quien podría juzgarte en mi presencia,

si yo he vivido por ti y para mí.


Que importa quién te mire con recelos,

por no ser lo que muchos quisieran,

quien se atrevería a decirte no eres bella,

si tu amor va por dentro,

donde solo yo he penetrado.


me he enamorado de una ramera,

y quien podría decirme que no he amado.


JUAN CARLOS VILLANUEVA​

 

Grata lectura, saludos.

 

Fue un placer pasar por estos versos redentores.

 

gracias poetisa por detenerte en mis letras un saludo