Rebeca

REBECA

“Hay un mundo maravilloso en el que todo lo que deseas
y todo lo que has anhelado está al alcance de tu mano
donde tienes en la boca el sabor agridulce de la vida
donde pasillos y pasillos de sueños te esperan
y la promesa del éxtasis inunda el aire
al final de cada jornada laboral, ella espera allí
Estoy enamorado de la reina del supermercado,
Mientras el cielo de la tarde se pone azul
Un sueño espera en el pasillo Nº 2
Con mi carrito de supermercado atravieso el corazón
De un mar de tontos que ignoran felizmente
Que están en presencia de algo raro y maravilloso
La forma en que se mueve tras el mostrador
Bajo su delantal blanco, sus secretos son sólo suyos
Mientas embolsa las compras, sus ojos aburridos
Y segura de que no la observan
Estoy enamorado de la reina del supermercado
No puedo decir nada
Todas las noches tomo mis compras y despacio, me voy, me voy.”

Bruce Springsteen, “ Queen of the supermarket”


Rebeca vive como sueño yo.
Rebeca descubre cada día su ciudad.
Rebeca los lunes es incapaz de escuchar nuestra canción.
Rebeca, ¿por qué agachas la cabeza cuando ves que él te esta mirando?
Para Rebeca hoy es mañana.
A Rebeca le gusta lo que le escribo,
aunque ella no sabe que nunca recuerdo lo que se me ocurre la noche anterior.
.
Rebeca anda regalando meses de Abril.
Rebeca, corazón de papel, maravilloso lugar donde habitan sentimientos y
emociones,
se puede arrugar, se puede romper.
Rebeca tu amor viajaba en los trenes que yo estuve mientras tenía la cabeza
perdida.

Rebeca, rubia portadora del virus de la adolescencia.
Rebeca, Philippe Petit supo lo que es el vértigo en tus piernas.
Rebeca, enfermera en mi quinta Guerra Mundial.
La pobre Rebeca no sabe que 31 miércoles perdidos hacen un mes.
Rebeca, espalda de tinta china.
Rebeca, ¿te acuerdas cuando conocimos al diablo juntos?




Rebeca no aparenta haber llorado, el bajo de “Copenhague” ya le ha alegrado el
día.
Rebeca deshoja una siempreviva.
Rebeca te dejas tu vida en ansiedades, la mía la dejo en el desván con solo
escuchar tu voz.

Rebeca: “pasión violenta, pasión tierna, estimación apasionada”.
Rebeca, hoy lloviendo, para una vez que te has puesto zapatos abiertos.
Rebeca regala fotos en ropa interior.
Rebeca se enamora todas las semanas. Un jueves cada dos meses me toca a mí.
Disfruta cuando te toque a ti…

A Rebeca, con su muro de soledades enquistadas, nadie puede hacerle daño.
Rebeca, cuando lloras sangran las estrellas.
Dos horas con Rebeca hacen que cuatro años de mi vida valgan la pena.

Rebeca pasea desnuda en las rebajas.
Y todas las noches antes de dormirse se despide de la estrella que hay a la
izquierda de su ventana.
Rebeca me da cervezas mientras el barrio arde. Y es feliz si le digo que me
moriría allí.*

Rebeca entró dentro del espejo y miró desde allí a la realidad.
A Rebeca no le enseñaron a ser querida dentro del laberinto.
Rebeca, ¡como duelen las cicatrices de las heridas que tienes por dentro!
A Rebeca los intereses de las cuentas pendientes que tiene con la vida no le
dejan vivir.
¿Te has parado a pensar todo lo que te deben a ti?

Rebeca, siempre esperando el verano.
Rebeca entre Advientos y bacanales.
Rebeca rodeando la misma piedra.

Rebeca tus defectos fueron los que hicieron que me enamorara de ti.
Rebeca tantas tardes perdidas valieron la pena, ya eres esa mujer.
Rebeca cuantas llamadas perdidas…
Rebeca me estoy peleando con tus fantasmas.
Rebeca estoy perfecto.
Rebeca puedes marcharte tranquila, vuela muy lejos de aquí.
Nunca sabrás que lo que te quise Rebeca.


Israel.

* Basándome en un fragmento de “ Tokio Blues” de Haruki Murakami.