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Recalentado

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Goliat, 3 de Enero de 2020. Respuestas: 0 | Visitas: 328

  1. Goliat

    Goliat Poeta recién llegado

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    El recalentado.

    Ustedes saben que el 24 de diciembre recién pasado cociné gallinas indias (les decimos así a las que no son de granja, comen de todo lo que encuentren en el patio) además de los granos de trigo o maíz que les tiramos. Las hice con vegetales tales como papas, zanahorias, chayote, además apio, perejil, orégano, hoja de laurel.

    Previamente el día anterior las dejé marinandose en jugo compuesto por Coca Cola, vinagre blanco, salsa inglesa, soya y china, bastante cebolla, ajo y chiltomas.

    Si recuerdan yo estaba armado con mi bandolera de cervezas Toña para contrarrestar el calor que generó el fogón rústico construido en la baldosa del piso utilizando leña seca que ardió como ocote.

    A lo que quiero llegar con todo esto es que toda mi familia comió gallina con verduras, me quedó de muerte lenta con buen punto de sal, agrio y ligeramente dulcete y picantito. Desde luego que llevaba posta de pierna de cerdo como tres libras entera que al final junto con las gallinas se desbarataba cuando movía con la pala lo que contenía aquel perol.

    ¡Ay Dios mío! Me volví a salir del tema, es que me entusiasmo cuando hablo de estas benditas gallinas. La cuestión es que esa noche, después que todo mundo comió, lo que sobró de guardó una parte en el refrigerador y otra parte se calentó para el día siguiente.

    Yo soy fan de esta comida, el 25 por la mañana me levanté -como siempre- muy temprano, bajé a la cocina, busqué el encendedor de la cocina, no lo encontré, busqué cerillas estaban como escondidos pero los hallé. Prendí una cerilla, abrí la llave de la cocina de gas y procedí a colocar la olla dónde había quedado las gallinas y todos los menjunjes.

    También el día anterior había comprado en la panadería unos bonetes de mantequilla. Los que sobraron los metí a calentar en un hornito que uso para estos menesteres. Saqué leche del refrigerador llene mi taza amarilla, que es mi preferida le puse café instantáneo 1800 y metí la taza al microondas tres minutos -la leche estaba muy fría- cuando estuvo todo listo me senté al comedor a devorar aquel exquisito desayuno.

    No van a creer, hace unos minutos me terminé de comer el último bastión de gallinas y cerdo con verduras que quedó del año pasado. ¡Madre mía! Que delicia. No hay como el recalentado.
     
    #1

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