reconciliacion, un trago amargo

-En otoño los arboles no lloran
-¿Por qué no habrían de hacerlo?
- Sus hojas están secas.
-No importa el sabe que se acerca el invierno.
-Pero el invierno debe llegar para poder ver la primavera.
-prefiero un invierno contigo a mil primaveras en tu ausencia.
¿Te quedaras conmigo en el invierno?

¿Acaso no sentías en las noches dispuesta a inmolarte por el desamor una de mis lagrimas bajar por tu boca?
Recordaba tus labios instituyéndose en los míos,
una danza femenina luciéndose al sol
brillando con dulce pasión.

En la bruma serenas con tus caricias,
soslayando las sombras de mi tristeza.

Eres en mí, las copas de tus palmas que desvelan y embriagan,
dulces vinos de amor,
mi mirada extraviada en aquellos diamantes sobre tus ojos
que brillan y dan paso a mi alma,
en ellos me refugio,
no quiero volver al lugar donde con gritos de llantos aclamaba tu ser,
he vestido el pasado y lo rasgare con los recuerdos cálidos de tu piel,
en ella he de permanecer...

En ella he de permanecer como las estrellas en el cosmos
en ella se esconden los secretos de mi afonía
y solo en ella se revelara mi voz extasiada,
en ella, solo en ella...
ella, seductora como el polen a la abeja
ella, delicada como gota firme y frágil al balancearse sobre la incertidumbre,
para ella que con su sonrisa cercena la amargura
y se torna mi abrigadura para quemarme en su ardedura.
​

 

Antagonico poema,
enormes dilemas que
se acrecientan entre los estados
climaticos.
Bello aporte
Saludos

Angel

 

gracias amigo