Recordar el propio parto

Quiero ser parido.
Hoy.
De nuevo.
Quiero recordarlo todo,
vivirlo, serlo.
Flotar en el magma uterino,
beber de mi ambiente,
orinar mi crisálida.

Quiero pender de un hilo,
sentir la corriente
que empuja en espasmos,
precipitarme, tener vértigo.
Quiero que me mueva el fluir viscoso,
tentar con manos torpes,
dedos apéndices,
ojos cerrados.
Sentir la presión que expulsa,
sobre el cráneo maleable,
las paredes cerrarse,
estallar.

Quiero recordar con mente adulta,
comprender como feto,
estar allí ahora,
en el evento de la catarsis,
en la efeméride olvidada.

¡Quiero descubrir la luz por primera vez en la vida!
Amor de madre,
amor gratis,
azote en el culo.
Oír ruidos de animal,
sonidos de colapso de galaxias
en la boca de personas,
que algún día conoceré como padres.
Verles como monstruos,
como manchas gigantes,
que me asustan.

Quiero entender lo que significa,
no entender nada.
Quiero ser carne cruda,
no pensar en mí mismo,
no entender el YO.
Quiero ser grandioso en la nulidad,
héroe pasivo,
accidente de mi propia gloria.

Quiero ser dado a luz,
o dar a luz,
o darme a luz.

Quiero ser luz.

AEdlM

 

Esto es darse a luz en todo el espectro de la palabra, y, más que un halago, mi comentario corresponde a una interpretación del poema. Todo bien puesto y dicho. Me imagino la sensación que experimenta el neonato a la manera de una resta, es decir, volver a la matriz a modo de un nacer inverso, y traspasar al lado negativo de la recta con el entendimiento intacto.
Ha sido grato procesar tu anhelo de renacer.

Saludos.

 

quieres sufrir? porque los bebes al nacer tambien sufren
pero me imagino que tu idea al escribir esto fue otra la de nacer a una nueva vida
o es volver a los origenes?hay ya me hiciste pensar si sigo comentando sera un testamento mas que comentario jaja
muy bueno!!! me encantó tu poema!!!,un placer ,saludos.

 

Morir a la vida de la madre para nacer con conciencia a la de esta dimensión. Es una puesta en escena verdaderamente interesante, quizás podamos intentarlo con la muerte en esta vida.

Saludos,

Palmira