Recuerda

¿Recuerdas cuando nos amabamos?

¿Recuerdas tu vida en un lugar junto a mi?
¿Recuerdas tu alma atrapada por la mía?
¿Te acuerdas de mi vida encerrada en tu existencia?
¿Te acuerdas de mi alma dedicada a tus días?

Recuerda eso,
recuerda mis besos molestos regalando ternura,
recuerda mi cuerpo pegado a tu piel,
recuerda mi sueño pesando tu noche,
recuerda mi risa, que en el mistico beso de tus manìas
regalabas a una lagrima de mis preocupaciones.

Recuerda que jugabamos a molestarnos,
que ardìa en cólera con tu gracia por hacerme enojar,
y ganabas por la facilidad que tengo
para perderme nuevamente en la sonrisa de tu encanto.

Recuérdate en mis metas, en mi camino y en mi cuarto,
escombrando el desorden de mi vida,
y urgando por soluciones para mi patética, necia, y desquiciante atención.

Recuerda la rídicula pero bonita imagen que nos vestía en una pareja,
recuerda la armonía de nuestros rostros enamorados;
recuerda la devoción que me quemaba en la cocina de nuestro hogar,
y recuerda el mundo que nos veía con tanta envidia el poder amar.

Recuerda mis celos por la almohada en tu cabeza,
por la ropa que te abraza y por el aire que te besa;
recuerda mi ira por que alguien te viera,
recuerda la angustia por el daño que te ocurriera,
y recuerda mi insignificante deseo por abrigarte del mal.

¿Recuerdas que nos amábamos?
¿Recuerdas que suspiraba un beso el amor que te anhelaba?
¿Recuerdas que vivía por la belleza de tu mirada,
y que moría por el calor que me entregabas?

Recuérdalo, porque en el andar de este camino,
solo vivo del recuerdo de tu voz,
de tus ojos, de tu boca, de tus brazos, de tu cuerpo, de tu alma...
y de tu amor.

Solo vivo en el recuerdo,
pues el cuerpo me pide con hambre tu regreso,
y con lágrimas tu perdón.

A. A.