Recuerdo tu vientre dormido.

Atormentado por las voces
en la penumbra de la noche,
recuerdo tu vientre dormido
entre mis sabanas de arroz.
Si tiene sentido esperar
en este mundo de sangre fría
es porque tu risa siempre llenó
las grietas de mi corazón.

Recuerdo tu vientre dormido
bajo aquel ventilador
que erizaba tu piel desnuda
y el frío en mi, se volvía calor.
En algún remoto lugar
tu estarás recordando también
esa vez que la piel te besé
y hasta el alma te alcancé a tocar.

No creo que te pueda olvidar.
No creo que me puedas odiar.​

 

wow, amigo!!!
NO pongo en dudas de que no podrás olvidar todo lo vivido para y por amor, como así también, de nadie puede odiar lo que se amado, un abrazote Eze.

 

jajaja ni hablar ! muchas gracias amiga, te mando un fuerte abrazo