Red cinestecica

Dos de la madrugada, mis retinas se desvanecen junto a mis brazos, parece haber mosquitos en la puerta, serán pronto los usuarios de internet otros parecidos a un ocaso en buenos aires. Trayendo a cada uno de ellos esmeramos un nuevo gobernador, un nuevo presidente, ¡nuevos mandatarios! Para el régimen ahora existente; si tu pudieras medir la fuerza entre un astro y otro ¿podrías notar un año, o dos o tres?.

A corta distancia el planeta más cercano es el sol, una estrella que dispara velocidades casi infinitas de fuego, así, el sol parece haber oscurecido pues, la mayoría de las estrellas están cerca de muy largas distancias y al parecer la matemática perfecta disminuye ese corte geográfico. Cortes en las manos, cortes en los pies, en la cabeza; quien diría que este día parece prometer otro según la distancia del sol a la tierra. Yo no juzgaría a otro tipo de enfermedad, en manos del día y la noche prometo no revelar mis secretos, pues, el día de mi nacimiento empezó con cada uno de estos planetas; el mar, las estrellas, ¿a qué estrella me refiero?, así las manos están congeladas cuando aún estas en el útero de tu madre.

¿En dónde está esa estrella?.

Prometo no ofender a un dios del placer eterno, la luz que vino a caer junto a las estrellas por un siglo de efemérides que desaparecieron pues, la verdad un astro es diferente a otro, un siglo parece menor a la constancia de creer en uno después, así, amartilladamente las hojas desaparecieron, los profetas observaron ese vacío; semejante al aire o a la descomposición supongo todos los planetas del universo pretendían esa desmesura entre una estrella y otra; que injusticia tan placida entre que dan las dos de la mañana o tú sigues parada entre la corriente del río.

 

Aquí veo la imagen de una neurona y todos sus puntos brillando y expandiéndose hasta formar un universo de neuronas interconectadas... bueno...podía ser peor mi apreciación ::jos1:::

Estrellas a tu prosa

Palmira