Reflexión 5

Y nos encontramos sumidos,
en la trampa de los días,
en el calabozo de la última noche,

el pensamiento teje,
el cuestionamiento cansa al corazón,
la reflexión purifica la mente,
no se debe de honrar lo que no se conoce,
no se debe de admirar
lo que todo muerto nos advierte,

telarañas de recuerdos,
el cuerdo domina cada tejido,
la presa nunca termina de soñar,
la muerte también ha de dormir,

ha de fluir entre lo eterno,
buscando un lugar para volver a surgir,

coinciden las orbitas,
colapsan los astros,
nos conducen los sabios,
hacia un imposible amanecer,
de tenues oscilaciones,
de mares caídos,
que nos otorgan un nuevo presente,

aún así,

confunden las palabras,
ya que han de ser reflejo
de los tiempos que se viven,
de los cimientos del lenguaje,

nunca se podrá expresar
el alma que nos ilumina antes de morir,

quisieran los cielos
ser viento y no paisaje,
en estas tierras subyacen
los que nunca lograron volar,

en estas tierras perdura,
una condena que censura,

la espesura del horror,

la hermosura de que todo tiene un final.