Reflexión 53

El silencio es ese umbral
que puede ser tan fatal,

nos acomodamos a él,
desechando incomodidades,
pero él es tan insoportable,

el silencio es parte del pasado,
cada paso se pierde en el olvido,
y el futuro
es ese único recuerdo que se imagina,

el silencio podría ser divinidad,
el silencio gobernaría sin miedo,
ya que todo le pertenecería,
para hacer del todo una insignificancia,

el silencio podría ser obra de un dios,
si entendemos que el cielo fue creado,
si todo pudiera tener
una entendible explicación,

que ingenuo el ser humano,
que desea ser hijo del todo,
nuestra insignificancia nos domina
solo cuando nadie nos domina,

que ingenua que es la sabiduría,
si nadie sabe nada,
si toda experiencia, al final,
es carencia de sentidos,
es sentimentalismo de un olvido completo,

creer en el mal, es creer en el bien,
porque la única justicia inexorable
es el tiempo,

aún así el tiempo es locura silenciosa,
es la cordura de la naturaleza
hecha enfermedad,

porque no cura,
porque no aconseja,

el tiempo es amigo del espacio,
y pareja de dios,

el tiempo es la percepción perfecta,
porque nuestra imaginación camina
mientras él se detiene,

la eternidad sería un tiempo muerto,

el tiempo es tan lejano para comprenderlo,
porque el único límite
es que se deje de contar,

y si dejásemos de contar,
ya no seriamos esclavos.