Reflexión 96

La similitud de los cuerpos,
marcan torturas generales,
que empiezan a florecer,
cuando las almas vuelven a sangrar luz,

egocentrismo miserable, creer en un dios,

por el simple hecho
de asegurarse el bienestar propio,
son parásitos de su propio dolor,

apreciamos la huida,
porque nuestro dolor se atenúa
mientras más nos alejamos de todo,

abstracción visceral,

"apreciamos la vida"
por observar miseria ajena,
somos la pena del silencio,
porque también somos miseria,

dolor del tiempo,
que lo cuenten aún sin sentirlo,

mueren segundos constantemente
en las fauces de la eternidad,

dolor ciego,
el que no camina no avanza,
pero el que siempre cae,
siempre sufre,

libertad del muerto,
instantes de desahogo,
antes de volver,
al lugar en donde los ciegos mueren,

límites del cielo,
así como se sueña se olvida,
la mayor distracción
es lo que se aprecia a simple vista,

ilusión, alma y cuerpo,
nuestros átomos se desintegran,
somos ecos de energía,

somos besos secos,
en la piel
de una doncella moribunda.