Regalo

Aquí se disipo la bruma en el estío alegre.
Los abrazos no se postergaron por el hambriento aullido del lobo estepario.
Comulgamos a lo lejos como dos manos que se alcanzan cuando cierra la tarde y los besos se encienden para migrar hacia el triunfo del agua.
Nos quedamos quietos
como dos alegorías en la boca , planificamos la vista para atender al color.
Estaciones elementales que crecen hacia el mar
Gorgeos a la tarde para bailar con la brisa.
Sueño que no para de hablar de ti
abanicando la primavera.

 

la esencia de tus versos tienen el aroma de un ramillete de flores que impregnan con una sutil fragancia de amor este espacio. Felicitaciones por el poema-regalo que compartes. Saludos y abrazos.

 

Es cierto cuando un verso se abre como un abanico el viento primaveral toma otro matiz
alegre y soñador. Besos y abrazos.