REGRESO A LA POBREZA

"Regreso a la Pobreza"
(Cuento)
Incluyendo
la llegada y el que regresa.

Y poco a poco encuentras nuevamente lo que había permanecido olvidado durante años… Quince… tal vez mas.

Ahí están las mismas cosas la sequedad de la tierra, el polvo devorando lo que se cruza en el camino, los perros flacuchos y hambrientos, la calle polvosa y sucia, parece que no a pasado ni un segundo desde la ultima vez que la miraste.

Caminas con las manos en los bolsillos y el cabello revoloteándote en desorden… entras por la calle principal, antes solías hacerlo rodeando la carretera, pero hoy no es conveniente.

La última noticia que de ti se tenia era que habías emigrado a otro país, un lugar con grandes bosques y aire perfumado, un sitio donde todos algún día esperaban llegar.

Caminas y las calles te parecen tan miserables como antes... sin embargo dentro de ti hay una nueva sensación.

Continúas y empiezas a sentir que la gente no se da cuenta de tu presencia, no hay miradas desde las puertas ligeramente abiertas y detrás de las ventanas o esquinas de cortinas levantadas, no hay un solo rostro, seguramente todos duermen, aunque apenas empezó a anochecer y todos prefieren estar en sus interiores.

Mas que importa. Tú has regresado y vienes ahora después de tantos años. Cuando la gente dice que te convertiste en un hombre, aunque a ti no te importa lo que significa eso. Simplemente el tiempo te ha permitido que los años crezcan sobre ti.

Caminas por la calle del naranjo, que conduce al panteón y doblas a la derecha, y descubres en tu memoria la casa donde naciste y pasaste gran parte de tu niñez.

Las paredes de ladrillos rojos carcomidas por los años y el viento, los techos de teja ya casi negra por el calor del sol.

Ves a Don Esteban sentado junto a sus bultos de trapos viejos, esperando cerca de la puerta.

Llegas y le preguntas si ha visto a tus padres pero no hay respuesta… más que importa, tú has regresado.

Pruebas a entrar, la puerta esta sin llave, empujas y cede; el patio lleno de flores, las vacas mugen en el corral y la noche es tan estrellada… estrellada.

Hay otra puerta abierta, golpeas con las manos para llamar la atención, pero nadie responde, te acercas a la puerta y a medias las cierras, en el rincón del cuarto hay una cama de madera, con las cobijas revueltas y aun lado unos cuerpos quemados por la abundancia de los años vividos… y tú entras más.

Buenas noches, soy yo su hijo Andrés, te sientas sobre la cama… huele a tiempo estancado, a pobreza marchita, añeja, a un total abandono. Y esperas que ellos te digan; ven hijo déjame que te abrace, deja ver tu rostro, la barba de días, y el brillo de tus ojos…

Pero... Infinito es el silencio.

Entonces ahora sabes que el viento se lleva los tejados, ahora sabes que color tiene tu rostro y que color posee la desesperanza… y la muerte. Ahora sabes que moriste hace un instante.


LA LLEGADA

He caminado a través de todas las ciudades
campos y montes
todos los días tenaz fue mi regreso.

Voy a llegar y mi alma florece
en la negra noche…
Mas cerca esta la niebla
devoradora del mundo

¿Porque?
Nadie me espera
yo vengo, sin preocupación

Atrás he dejado los contornos
y las aves que picoteaban
en la orilla del mar.

¿Porque?
Nadie me espera
No veo las miradas ansiosas
de mis ancianos padres
Quienes por las noches
Velaban mis sueños
En las horas desiertas

¿Porque?
Nadie, nadie me espera.



EL QUE REGRESA

Regreso…
Regreso a la esencia de mi dolor,
Regreso a los brazos que me abrigaban
Y me protegían por las noches.

Mi regreso como única dicha placentera,
Vientos de los cuatro puntos cardinales
Me arrastran hasta las alas de los pájaros.

En vilo entre la bruma
Me dejo llevar…
Esta sensación propicia mi paz…
Regreso...
Regreso al punto de mi niñez.
Un recuerdo que aun me hace llorar

Regreso…
Regreso…
¿Por que?
¿Nadie espera al que regresa?

 

Saludos Lorenzo... Guia Y Maestro De La Sublime Lirica, Y Obviamente Del Sonido Onirico Del Metal...