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Relatos varios Javier Dicenzo 2020

Tema en 'Prosa: Surrealistas' comenzado por buhodicenzo, 30 de Julio de 2020. Respuestas: 0 | Visitas: 357

  1. buhodicenzo

    buhodicenzo Poeta recién llegado

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    27 de Junio de 2018
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    Hombre
    El hombre en la nieve


    A Jorge Luis Borges


    Sobre un lugar en el sur de Argentina, existió un hombre, que caminaba por la zona del bolsón, allí entre la nieve, había unos perros asesinos. Dicen que el hombre era muy fuerte.

    Que aquella tarde salió con un cuchillo y que se enfrentó a los perros.

    Con sangre en las manos se dirigió a un bosque, y que se lavó las heridas en una casa lejana.

    Cuentan que caminó por muchos lados y que era un hombre lejano en medio de la inmensidad.

    Que los aviones pasaban a gran altura y el los observaba.

    Luego de varios días cazó pumas y otros animales para comer, y que su fuerza era enorme.

    Aquel día señalado por los dioses, tomó un cuchillo largo y realizó un ritual donde se hirió en varios lados.

    (Soy ese escritor que escribe historias de solitarios guerreros, pero la leyenda dice que unos hombres en el sur caminan hacia su destino con sangre en las manos… y lobos en sus brazos)















    El escritor Jorge Luis Borges


    Una historia dice que en buenos aires habitaba un escritor ciego, Jorge, Luis, era un erudito.

    Aquella tarde salió para encontrarse consigo mismo, y hablar en un cuento de su propia sombra

    La leyenda afirma que los dos Borges se hablaron, ninguno entendió al otro.

    Ese otro era un ciego, y que caminaron muchas cuadras en medio de la soledad de Argentina.

    Afirman que en el lugar hay cuadros y los fantasmas de Borges se evaporan como el agua en el lugar.

    El obelisco hoy está vacío pero un escritor que lo admira se dirige a ese lugar y deja un libro de Borges y un libro de él, y que el desconocido vuelve todos los meses y hace un ritual, como los escandinavos que con el premio nobel hacían un ritual con Borges.





    EL perro salvaje.

    A John Steinvech


    En Estados unidos los escritores hablan de perros salvajes, por Jack London.

    Que ese escritor volvió a la literatura una especie de rito.

    En un río en Sudamérica está un escritor desconocido. Está escribiendo un libro.

    Que el joven, se dirige a un árbol, que ese lugar es sagrado y que las flores avivan las llamas de una pasión la escritura.

    A veces un avión pasa y que un perro salvaje lo sigue, y que en esos lugares se hacen rituales.

    En Muchos lugares se hacen rituales.

    Y que el perro muerde la mano de los jóvenes y que estos se ríen en medio de la zona de campos.






    El infierno en la montaña


    A Rubén Darío escritor Nicaragüense


    En la montaña estaban unos hombres, y aparecieron unos seres con láser. Ese día habían acampado, en medio de esas nieves.

    La mujer caminaba con sus trenzas por esa montaña. Luego un puma la ataca y muere.

    Los hombres la encuentran y salen a matar al puma.

    En medio de toda una nevisca cae, muy fuerte.

    La historia termina cuando un escritor decide quitarse la vida, y toma este libro que estuvo escribiendo y lo tira por la montaña.

    Dicen que muchos años después, el lugar estaba lleno de árboles áridos en medio de esas montañas, arbustos rugosos.

















    El buque maldito


    En un río, en medio del Paraná existió un buque abandonado, que según la leyenda estaba maldecido por los fantasmas.

    Aquella tarde salió Marcos un aventurero a robar el barco, y se metió en la recámara y vió el oro.

    Cuentan que murió en manos de un fantasma asesino, y que fue arrojado al rio.

    Con los años ese buque quedó librado a azar.

    Con mucho esfuerzo un pescador pasaba todas las tardes por ese sitio.

    El pescador quedó aterrado por las figuras horribles del barco.

    Y así nació una leyenda en medio de las aguas turbias.




















    El lobo en la montaña


    Baja un lobo, y corre detrás de una montaña, y aulla, en medio de una tormenta.

    A la distancia va un carruaje con personas, y los sombreros se ven.

    Los caballos se asustan y trotan. Luego aparece un hombre con un rifle.

    Y apunta al lobo, lo hiere y este corre a refugiarse en una cueva.

    Las historias son así, leyendas, comentan que un hombre lobo merodea las aldeas y que en estas ciudades se encierran las gentes, pues hay vandalismos.

    Soy el escritor de esta historia y ví un lobo, con unos ojos rojos.





















    El monje negro

    A Gabriel Garcia Marquez


    En un lago de fuego, en medio de un desierto, existía un monje negro, ese individuo, ese esquelético individuo era un monje sagrado, y en el lago miraba como las almas se herían.

    Y la leyenda contaba que perros asesinos irritaban al monje.

    Los días eran una eternidad, mientras el hombre quería ir a marte, el observaba la naturaleza, y esta le respondía con enigmas que no eran resueltos en medio de un desierto.

    Las miradas de unos lobos asesinos insistían, pero el monje miraba a otro lado.

    Con el tiempo los trogloditas de Borges irrumpían en ese escenario, narrador de historias, el monje hería el silencio del desierto.

    Caminó hacia el lago de fuego y se inmutó ante un niño, y murió.

    Cuentan que ese día el lago se encendió con un ardiente apasionado sol de invierno.

    Los pájaros volaban sobre el lugar y un tigre atrapaba a la presa en el fin del mundo.

















    En la noche


    Aparecen fantasmas en la noche, miro por la ventana de mi casa, y ahí está, el gato duerme.

    Unos seres enmudecen el lugar, y se miran en los espejos de la casa.

    En la noche, todo es silencioso, la realidad se vuelve rara.

    En el mensaje que dejan por la puerta, y en internet, hay fantasmas. Todo está cifrado 666, y parece que el mundo se detiene.

    Una vez quise ser escritor, y ví que el mundo daba vueltas sobre una moneda.

    Borges dice que tal vez en la otra cara de la moneda esté dios.

    En la noche, duermo y me desvelo. Por eso mi canto alegre, por eso escritor.

    Mas allá de lo mundano y lo elegíaco, todo el mundo duerme menos yo.

    Las historias se cuentan en los lobos asesinos. Y en el viento por la noche.

    Intentaré dormir, escribir es peligroso para el alma.

    Donde quiera que tu estés duerme, no temas, estoy al acecho de un corazón, y eso no es fácil de guardar-.











    EL agua de la fuente


    En una isla del sur, en America, vivía un ermitaño que cazaba focas. Y se dirigía a una fuente.

    En la fuente se bañaba, y así cada día, el leía a John Steivech. Y solía comer pescado.

    En muchos días, en muchos años envejeció y al morir vió angeles.

    Comentan que nunca mas nadie se vió por el lugar que a veces unas personas hacían un ritual.

    En esos lugares los rituales son bellos, pero el fantasma de las personas aparecen con el sol.
     
    #1

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