Relatos varios Javier Dicenzo

EL escritor de la isla


A Abelardo Castillo


En una isla, en medio del sur de América, existía un escritor, solitario, que escribía novelas, y relatos poesías. Aquella noche se acercó un espíritu y le dijo, no seas perverso, tus días en la isla están contados.

El escritor se puso con su computadora, y en soledad hirió el orgullo que él tenía, su soledad, su mundo. Ante un virus, y una muerte segura en la isla, decidió esperar.

Escribía sobre cuestiones del alma, y ficciones, relatos. Aquella noche leyó a Robert E Howard, el creador de Cónan el Bárbaro, y pensó, pensó mucho.

Su destino era ser un gran escritor, y poco a poco terminó su obra.

Luego agarró el manuscrito y lo dejó en un cajón. Pasó un año y va a la editorial, y le pregunta al editor que le parecía su obra. Y es rechazado. Entonces Stephen King se enoja, como podía ser que el fuera rechazado por la editorial. Aquella noche decidió drogarse, y en el futuro escritor de Norteamérica, y de best seller, temió por su vida, y comenzó a escribir una novela Carrie, y así su mundo se fue transformando, luego el destino le dio la gloria, y se hizo famoso en todo el mundo.

Ahora luego de años él se pasea por su casa, y fuma un cigarro, y con el tiempo su vida fue del éxito, en este desolado mundo de fantasmas y muerte.












El mundo de los virus

A Julio Cortázar


En el mundo de los virus, hay seres, una hormiga se interna en un laberinto, de esas cuevas, es el planeta x, a millones de años luz de la tierra. En esos lugares hay virus, que atacan a las hormigas.

La hormiga camina, se dirige a un descampado con piedras.

En el universo hay muchos seres, y en el lugar bajan otras hormigas enormes.

Pasa el tiempo, y la hormiga más pequeña, atraviesa todos los túneles de ese mundo.

En un tiempo, la hormiga cae muerta, y así pasa el planeta de los virus.

Un virus camina por el pasto, y ese planeta x es el que fue dominado alguna vez por alienígenas avanzados.

Una hormiga dorada atraviesa el lugar, y come una planta, luego se interna en el hormiguero.

Luego, la soledad, de esos años, donde el mundo de los virus es un enjambre de seres.



El castillo sagrado en la luna


A Paul Auster


En el castillo sagrado, existe un prisionero, cada día baja un ángel y le da una gota de agua.

En ese lugar en la luna todo es rocoso, pero existen lugares donde unas pirámides emergen con los inmortales.

En el castillo un enano con cuchillos pasa y al prisionero le pincha el dedo.

Luego de años el escritor de historias baja del castillo y camina solitario por la luna.

Atravesando distancias en la tierra mandan señales por el firmamento, la humanidad, sigue en esos lugares de resurrección.

En el castillo el prisionero es libertado hasta media hora y luego vuelve a un laberinto, ese de los inmortales, hacia el olvido de su raza.





Dragones de la ciudad


A José Saramago


En un lugar en china, existe una ciudad escondida, donde los templos sagrados son hermosos.

En esa ciudad hay un dragón, que pelea contra los soldados.

Aquella tarde un hombre, se dirige a un lugar. En ese lugar hay muchas imágenes de guerreros.

Saca su espada y se hiere el brazo. Aparece un dragón y luego muere.

Hacia la noche un grupo de soldados irrumpe en el templo.

Cuenta la leyenda que muchos dragones salen de sus cuevas y se dirigen a un monte sagrado.

En esos momentos, la magia del fuego inunda las calles, y un hombre levanta su espada y señala al cielo.




Muertos en china

A los ciudadanos chinos.


En medio de una guerra, aparece un virus mortal, y luego de mucho tiempo, salen los fantasmas a recorrer el mundo.

Allá en el confín del planeta una casta de sacerdotes budistas impone la muerte para salvar el mundo. Luego de muchos años el lugar se purifica.

Un gran budista camina por los ríos de china y medita.

La religiosidad llega a todo el mundo, y esos seres del espacio miran como el mundo muere.

Los ciudadanos chinos caminan por las calles y van de paseo, luego de muchos muertos.

Allí en medio de una isla unos jóvenes se besan, y el amor contrasta con el horror.




El escritor de la noche


Por la noche, salen los fantasmas, y un escritor está frente a su computadora escribiendo, nota la historia que Borges fue un escritor de las sombras, y que realizaba rituales satánicos, en medio de la noche, asi se convirtió en un gran poeta y escritor, cuenta la leyenda que recorría esos laberintos por buenos aires, y que su alma estaba contactada con seres de otros mundos, aquella noche dicen, un fantasma maligno jugaba al ajedrez con el, y que Borges, era una sombra, que fumaban unos cigarros ingleses, y que esa noche unas niñas satisfacían su sed sexuales.

Luego de que el subte pasara por Palermo, esa ciudad subterránea Buenos Aires, inmortal, y que el escritor se inspiraba en la nada, en sombras y olvido, asi trascendió las fronteras de su país, y dejo un legado inmortal.



El incendio en la casa


En una casa, lejana allá en medio de Europa, se escuchaban gritos desgarradores, un policía irrumpe en ella. Los perros caminan oliendo la sangre en el suelo. La mitica ciudad de Francia debajo de sus ratas y sus alcantarillas, denotan una soledad, y en la casa solo fantasmas.

Un ajedrez olvidado en una mesa, unos guantes, y poemas escritos en el pasado.

El escritor huele la sangre y mira un espejo.

Por esos laberintos, donde Roma es Roma y un escritor entra en esa casa, y escribe en un aire letal. El horror llena todo, el ambiente y una luz penetrante fulgura.

Pasan unos seres ingneos y malditos.

Por ultimo la policía pasa por la senda y solo encuentra un tablero de ajedrez.

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El rostro en el desierto


Un perro dogo, se acerca a su presa, y luego de una lucha, muere, ante un tigre, el lugar esta poblado de rostros, es un desierto.

Ante una pirámide el hombre se para y vé el desierto, y desde otro edificio , hay muchas mujeres bellas. Luego entra en un laberinto.

Luego en medio de la nada, aparece otro dogo, y pelea a morir contra un león.

En esos lugares, donde hay desierto, caravanas de hombres pasan frente a esa ciudad llamada “ El rostro en el desierto”. Luego de muchos años, unos pájaros grandes inundan el lugar.


La mujer amante

A Bob Dylan


EN un lugar en medio de un campo, estaba la mujer que amaba a su esposo. Un día el tuvo que ausentarse, y lo internaron en un hospital, luego muriendo.

La mujer sintió una gran tristeza, estaría sola hasta el fin de su vida.

En las tardes salía a regar las plantas, luego cocinaba y lavaba la ropa.

En varios años fue envejeciendo y los días se tornaban interminables.

Una mañana decidió no vivir mas, sin hijos, fue a un río y miró el horizonte y tiró la rosa a las aguas.

Luego Erika se tiró al río muriendo en el, hacia las horas una llovizna cayó.

Cuentan que Erika esa mujer solitaria, era la ultima reina de Europa.











El ajedrecista genio del lago negro de España.


En un lugar, en España, donde caminó Cervantes escritor del quijote, y que surgiera una generación de autores, vivió un ajedrecista, que obsesionado en la edad media, jugaba todos los días al ajedrez. Un buen día decidió viajar. En ese viaje recorrió todo europa y sus cuevas y laberintos. Allá hoy que soy un ajedrecista en el siglo xxi dedico mis días a estudiar a ese gran genio. Los días pasan en mi isla, y esta aventura de escribir historias de dragones me gusta.

Mañana amanecerá, no se si viviré o moriré, en esta guerra que cuenta sus diabólicos planes.

Cuando llegué a mi canóa nadie estaba, y crucé el lago con el remo.

Hoy es de noche y tomo mi espada para ingresar en un bosque del otro lado de la isla, no moriré estaré luego acechando los lobos para matarlos y huir a otra selva de tigres y panteras sagradas.