Relatos varios

Ficciones en el lago


A Abelardo Castillo


En un lago azul, existían seres, un hombre se baja de una escalera de un castillo, y ve otro escritor mirando a un lugar, ese lugar es una biblioteca, una infinita biblioteca, toma un libro y lee: El que tiene Sed. Ese es de Abelardo Castillo, y el lobo se hunde en el alcohol la muerte ve pasar una calavera.

En el lugar, en esa isla hay ficciones, y varios escritores plagiando obras.

Fueron acusados en la tierra como Jack London, y las vivencias, en el castillo hay varios perros transitando todos los portales a la muerte.

Baja un ser tomando botellas de vino, y luego tira un libro, y otro pájaro irrumpe en la sala, como un Alan Poe.

Las leyendas afirman que los barcos fantasmas lleno de gente muerta pasa por un mar al sur de Europa y que los gritos de desesperación inmolan los altares de la costa.



La pirámide de Egipto

A Jorge Luis Borges y a Liliana Heker.


Existiò una pirámide de Egipto, pero en medio de un desierto de Asia, donde unos dragones vivian con unos seres míticos y una civilización avanzada. Luego de muchos siglos se dispusieron a viajar a los confines del universo.

En cada galaxia existe una estrella, y en la pirámide hacían sacrificio a los dioses, donde mujeres bellas rompían con las maldiciones y las potestades.

En medio de un camino un auto irrumpe entre los indios viene de un futuro. Una gran explosión irrumpe, y un gran abismo produce un terremoto.

Soy un marino y viajo por mi barco al rio Paraná aca en el sur todo esta calmo, calmo como un estanque, y vivo solo, en medio de la naturaleza, sin pensar en pirámides ni en relatos surrealistas, donde Horacio Quiroga desmentía a la naturaleza, para siempre, un horizonte.



El abismo del sur

A Pilip Roth


En Argentina, en medio de un bosque del sur, habitaba un lobo, ese lobo acechó varias ciudades por el río de deshielo.

Frente a un puma estaban varios lobos, se adentraron en las cuevas, y al bajar, irrumpieron en un paraje lleno de calaveras de oro. Por un tiempo, un hombre se dirigió a un descampado.

Y Así pasaron los años el pueblo se volvió fantasma y las leyendas cuentan que aparecen seres con cabeza de lobo y cuerpo humano.

Adentrándose en las cuevas unos perros hieren a una serpiente y la persiguen hasta matarla, luego una gran tormenta en el bosque arremete contra un grupo de hombres y así pasa todo el dia y la noche.




El escritor de marte


En marte el planeta rojo, vive un escritor, en unas cavernas a mil metros de profunidad. Allí es inmortal y se dedica a escribir novelas, cuentos y poesías, y admira a Abelardo Castillo un autor que vivio en la tierra hace miles de años, el escritor juega al ajedrez, y es un genio. Su creación sube por un tubo mágico hacia varias galaxias y allí son leídas por culturas extrañas.

Hoy

Estoy escribiendo en marte, soy el escritor, y me dedico a afilar mi pluma.

Cada día sudo la palabra, y eso es importante afilas las palabras y huir de uno mismo.









El tigre de América del sur

A Liliana Heker Escritora Argentina


En la amazonia aparece una pantera, y un indígena mira el lugar. La pantera entra en una casa grande, y el narrador, el escritor fantasma, mira el lugar, una zarza ardiente fulgura como incognitas estrellas. La ficción de una historia nos puede llevar a un lugar, como un borracho El que tiene sed, novela de Abelardo Castillo, y la pantera acecha con hambre a la victima, como un sediento que salió a buscar carne. El animal toma al hombre y lo mata, lo desgarra.

Luego en el aire aparecen unos fantasmas y el lugar tétrico se vuelve una imagen espectral.

Los druidas aparecen y unos trogloditas del cuento de Borges gimen, como en ficciones y lugares trascendentes, la pantera se va y luego una joven aparece y mira la escena.

Años luego en el lugar tiran la casa y se levanta un templo Cristiano en La selva atrás del tiempo.


El hombre de negro

A Marcos Aguinis.


El hombre de negro, se acercó al rio.. en la canoa había un gato, el hombre dirigió su mirada al horizonte.

La mujer que lo acompañaba era bella, y luego de un tiempo entró a la isla.

En esos parajes miró la lejanía, y prendió un fuego, para asar.

Los días pasaron y el hombre se internó en la espesura.

A los pocos días la policía estaba buscando a la mujer…

Luego…









EL león de la selva


A Kipling


Estaba el salvaje león, en medio de un descampado, y ataca a un hombre.

Luego de un tiempo, se sitúa la escena, el miedo.

El circo lleva a los leones a una selva, y allí están en manada.

Los días pasan, y la ficción que estoy escribiendo es de otro escritor.

Con el tiempo la lluvia cae en la ciudad y me limito a mirar leones en mi televisión .

Luego de muchos años soy un escritor, los escritores se hacen con medurez, por ello no existen niñós escritores existen escritores que sudan la literatura.

En la mitica ciudad un autor como yo esta escribiendo sin esperar nada, solo la inmortal mirada de los lectores.




El escritor


A Marcos Aguinis.


Estaba el enamorado leyendo un libro… La cruz invertida… y en ese momento surgió un gran poema- El escritor inspirado leía y leía.

Dicen que se internó en un laberinto del castillo, y que en ese lugar habitaban unos seres rojos.

El escritor del río, huyó de su obra. Al atardecer miraron los árboles unos policías.

Se veía el horizonte parejero, como esos días tristes, luminosos.






EL vuelo del avión


En un avión subió una pareja, ella lo besaba, y despacio se durmieron, el viaje duró varias horas.

Bajaron en una mansión de lujo, y allí vieron varias cosas.

Se vieron comiendo un lunch en una fiesta de gala de alta sociedad.

Varios días pasaron hasta que ella lo dejó se enamoró de otro

Antes de subir al avión dijo:

La felicidad es esto andar cambiando de pareja y de aviones.

La leyenda afirma que en los cementerios hoy están los tres enterrados, y que un fantasma sale de las tumbas a buscar una flor herida.



Hemingway el escritor lejano


El autor tomó su escopeta y se dirigió donde estaban unas cebras en el Africa, apuntó y mató al animal. En un tiempo con un cuchillo abrió la carne del animal.

Cuentan que hizo un asado y que comió hacia el amanecer.

Los lugareños y tribus del lugar, miraban al escritor y sentado leyendo hacia el sur.

Luego de un tiempo tomó su escopeta y se disparó en el cráneo.


Hay una leyenda que dice de un hilo rojo y el amor, pero otra que dice de una línea roja de sangre en una mesa …