Relevo

Relevo
By dark princess​

Tras la pantalla de mi nueva adquisición, hago mías las palabras de mi nuevo vocabulario memorizado del último libro que leí, y antes de que la inspiración se me vaya de nuevo por largos meses quiero escribirte nuevamente esta noche callada, con rasgos de lluvia de la noche de ayer, pronto he de recibir noticias tuyas, de aquellas que como siempre me dejarán sin respiro, quizás vea tus fotos con ella en la playa o rumbo a una iglesia una de esas de las que algunos años maldecíamos y rogábamos que esa hora tarde en llegar.

Cojo tu recuerdo de la vereda de siempre lo llevo hacia mis labios y de un soplido te envío de nuevo al cielo imaginando que con ello quizás parte de ti se vaya de mi corazón, eso de caminar por las calles de siempre y apoyar la cabeza en el árbol en donde hablamos del futuro, esta noche no me sienta nada bien, el pensar e imaginarte simplemente me enferma.
Mirando mi reflejo solo en los charcos dejados por la lluvia, acomodo mis cabellos de la forma que alguna vez lo hiciste y dejo caer la frecuente lágrima que solo tu provocas, sin hacer casi nada, pues tu recuerdo lo evoco cada noche en que la soledad decide meterse en mi cama y desordenar mis sábanas.
Caminando y sin querer llego a la puerta de tu casa, cierro los ojos y te rememoro una y otra vez, miro hacia tu ventana, dibujo tu silueta, y luego la borro como si fueras un dibujo, si tan solo fueras eso, no serías el dueño y señor de mi prosa, el protagonista de mis libros, el motor de mi vida, y tomando una piedra de tu jardín me retiro de tu morada, juego con ella, la lanzo al aire una y otra vez, quizás esté pensando un ataque, o simplemente quisiera que esa piedra termine en tu cabeza.
Perdóname pero en estos últimos años llevo aprisionado en mi corazón tantos reclamos, quisiera una treta, un enfrentamiento contigo, preguntarte de quien compraste mi corazón o a quien se lo arrebataste, eso de caminar estando incompleta amarga mis días, inquieta mi vida y derrumba unas pocas ilusiones.
Sabias fueron tus decisiones cuando decidiste partir, pero tus promesas se escaparon de los límites que tu y yo marcamos, cruzaron las fronteras, violentaron leyes, ultrajaron derechos, te volviste prófugo de mi justicia, y aunque yo te di toda la libertad que tú querías, nada fue suficiente, te fuiste de mi, te extraditaste sólo, me dejaste sentada en mi trono con una corona de segundo uso, gobernando un todo poblado de penuria.
Vamos vástago amigo, ten el valor de volver a esa tierra de la cual fugaste, enfréntate a las leyes que tu y yo impusimos, da la cara, saca la daga, párteme el alma y el corazón, enfrenta como buen guerrero con este sentimiento que tu también hace años lo declaraste enemigo, levantémonos en armas esta noche, armemos una revolución, que yo ya no quiero esa corona, quiero ser una comunista quiero repartir el amor a todos por igual, acabando a media noche con tu anacrónica y absurda dictadura.​

Cabalga a paso ligero las montañas que rodean mi reino, mi afamado príncipe no te afanes en llegar, que como cada 23 de septiembre yo planeo con ferviente recelo tu deceso en aquel baúl de mis recuerdos de donde jamás debí dejarte escapar.​