Reloj fatal

Reloj fatal de mi herida existencia,
te suplico que detengas tu tic – tac,
por que mi alma no se cansa de llorar
al saber que es de otro hombre la que amé.
Su perfume aun lo siento dulcemente,
en los sueños sonriente la contemplo,
pero entonces, el inefable tiempo,
pasa raudo, alargando mi sufrir.
Las mañanas, al escuchar los trinos
de las aves que alegres aletean,
los recuerdos, con fuerza me golpean,
hiriendo mi vivir, sin compasión.
Reloj fatal, no sigas te suplico,
no cubras de dolor, esta agonía,
no puedo soportar, esta desdicha,
que la paz, en la tumba encontrará.