Reloj

Sobre los hombros de mi noche
cargo con el pesado devenir de los tiempos,
tiempos pasados,
presentes,
futuros,
Y cada nueva vuelta del segundero,
cuestiona inexorablemente
mis sentimientos,
mis teorías,
y mis travesías.

Mientras, el suave andar de tus pasos,
niegan el ego de mi inconciente,
al mismo tiempo,
me ofrendan una razón para vivir,
para ser,
para existir.

Y en tanto, cada nuevo amanecer,
se desvanece en tu oscuro anochecer,
la luz de mi alba,
me grita:

“Hoy solo ves el reloj, pero tu tiempo es eterno”

Y no le creo…

 

Muy buenos versos.
Puedes creerle a la luz de tu alba
porque pienso que tiene razón.

Un saludo, Luis.

 

Cuan poderosas son las angustias que los sueños sucumben a sus caprichos... Melancólicos tus versos poeta.

Big saludos, colega.