Reo de sus ojos

He allí, yace dormida, inocente, no sabiendo
cuan culpable la he declarado, y la he besado
ahondando sus letales armas en mi, y yo contento.

Y la he despertado, ay, pobre de mi
con tan solo su mirada, me convierte en nada
me acaricia, me embelesa, con sus besos me atraviesa.

Reo de sus guardianes ojos, me encamino a su celda
esposado a sus caderas, me interroga, me sentencia
me dispongo a su condena, a su cuerpo me encadena
el tiempo no importa en ésta perpetua cadena.

Wilsoneto

 

Maravilla excelente de creación, divino.