Reproche Imperial

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Reproche Imperial


Abrazándose dos cuerpos,
se quedaron por la unión,
agarrados por lo tersos,
que eran mármoles de amor.

Catalina, Catalina,
Catalina de mi amor,
dale tu buen medicina,
a tu enfermo Napoleón.

Apolíneo pequeño,
pequeño cabo emperador,
si quieres tener un niño,
a María Luisa házselo.​

“Tú nunca me amaste”
“Tengo el corazón herido
con miles de cuchillos”
(Napoleón)​

Siempre estuve de ti enamorado,
y me separé por el imperio;
lloraron mis ojos cuando faltaste,
eché de menos tus cartas
estando en el frente.

¿Porqué no escribe mi amada,
unas palabras dulces a su amado?
¿En qué o en quién piensa,
y en qué se entretiene mi adorada?
Yo aquí vivo pensando estrecharte
entre mis brazos. Ten cuidado,
quizá una noche te descubra
en la oscuridad del pecado,
y no puedas ocultarte.

Corso mío, si no escribo,
no pienses que el motivo
es otro hombre, si lo fuera,
escribiría tantas cartas,
que tendrías más ausencias
de mi parte, y no sabrías
obra de arte, que te espera
en la dama que te engaña,
pues lo suyo no es amarte.​