Requiero a la razón su competencia. Soneto.

Requiero a la razón su competencia
con la finalidad de no sentirme
tentando en el afán de malherirme
con el filo mortal de mi conciencia.

Imploro al corazón su complacencia
latiendo para en versos resarcirme;
imploro que permita arrepentirme
de aquello que me ultima la existencia.

Varado me echo sal en las heridas
ganando en salazón mayor riqueza,
a salvo de las fauces resentidas…

Le pido al corazón más entereza
y son a sus cadencias recibidas,
y furia si me llora la flaqueza.

 

Muy bueno amigo Maktú, espero que lo lean más en la siguiente vuelta.

 

Muy amable, Melquiades. Gracias, amigo. Creo modestamente que este soneto merece esa nueva vuelta de la que hablas. Agradecido a ti y a tu generosidad. Saludos.