Respira.

El terremoto en la superficie,

se pasa así como la tormenta,

pero la cicatriz en el alma reincide,

crece cual amenaza y se manifiesta.


Como está el patio,

por algunos hogares,

no hay que ser sabio,

para prever desastres.


Es un laberinto de asbesto,

como en imitación de religión,

han dejado un grande hueco,

donde debería existir control.


Este es el mundo,

no solo un ensayo,

y puede ser muy turbio,

si bien no estás respirando.


Respira insensato,

Y sálvate tú mismo,

evita el inminente colapso,

y no contemples el abismo.


Nunca nos enseñaron,

como respirar debidamente.

el organismo en paro,

por algún trágico incidente.


Aquel niño desdeñado,

capricho de la sociedad,

se toma ansioso bocado,

de pobre aire artificial.


La muerte se agazapa,

entre esos últimos suspiros,

extiende su negra capa,

y el reloj ya no es tu amigo.


Respira insensato,

no esperes alguien,

aún te queda un rato,

no abandones el viaje.


Entre la desesperación,

y brutal miedo asfixiando,

se va llenando la habitación,

y el aire se torna más escaso.


Buscando una hemorragia,

agujas perforan la piel,

y se hace inmensa la falta,

de oxígeno para ser.


No tomes el atajo,

regresa a la autopista,

continua respirando,

y que dios nos asista.


Respira insensato,

segundo a segundo,

no hagas ningún pacto,

y regresa a este mundo.

 

un conjunto de sentir que nos presenta, grato leerle