Restos de noche en mi hombro

El sabor a vodka en mis labios
es el único rastro que la noche dejó de sus besos
aquello sólo fue uno más de sus romances clandestinos y artificiales
fácilmente persuadió mis entrañas su pecho gustoso de vencer nostalgias,
aunque sin palabras de amor ni rosas
caricias improvisadas
fugaces como cada pequeño tropiezo que da el tiempo.

Latentes en el suspenso
a la deriva en el mar de mis emociones
navegan mil preguntas sin respuesta
inútil sería interesarme en resolverlas,
su pasión es un complejo acertijo de placeres
que si intento descifrar
lágrimas, sueños rotos y certificados de fracaso
encontraría como única solución.

En mis momentos de locura
esos cuando contrastan mis sentimientos contra lo ficticio,
siento aún su calor fingido
mas pierdo mi tiempo dibujando su lindo rostro en mis pensamientos,
suspiros largos y profundos llenos de armonía
la magia de su sonrisa me provocan.

Gotas de ilusión llueven de mis ojos
su cariño caprichoso mojado de alcohol
es lo bello que la noche me ofrece
y a la vez me obliga a olvidar cada segundo de placer disfrutado.

Evidentemente no soy mejor que ninguno de sus galanes
apenas diferente
quizás nada,
la realidad no me hiere ni lastima mi ego
de sobra está mencionarlo,
si alguna vez ella necesita escapar y olvidar su presente
y aún siendo yo el último de su lista
encuentra en mí a un servidor, un ser humano ordinario
dispuesto a escuchar y hablar,
sonreír y llorar sólo por complacerla si es necesario
no a un cazador empedernido de pasiones...
los besos ya corren por su cuenta.