Retrato vivo de mi mismo

Todo lo que estimo
ya no es pena sino agravio.
Emerge como pompa pasada
y vuelta a la vida.
Se remonta años antes
a mi propia existencia.
Es prematuro a las palabras.

Lejos la siento.
Y la siento mía.

Y es que tengo a ambos lados
un reguero de nada kilométrica.
Una afanosa espera que desgasta.
Y mi cara
es el reflejo de la soledad
de llenar tiempo
con nada más que tiempo.
Esa idea obsesiva y estática
del mal dibujante:
“Dar muerte a lo que tiene vida”

Sintiéndola lejos.
Sintiéndola mía.
​

 

Magnífico poema amigo...de principio a fin, me ha encantado, te aplaudo y te mando estrellas, todas...un saludo...NUNA.

 

mil graciaas nuna

 

Realmente tiene ritmo, belleza y buen contenido lo que has escrito, originalidad tambien, seguire revisando tu trabajo el primer botón me deja una buena impresión. besos.

 

gracias mary

 

Preciosa intensidad...
Un gran gusto querido amigo...
Te abrazo con todo mi cariño...