Reuniendo mis líricas.

Y me fui haciendo a mí misma,

Reuniendo en el camino mis líricas,

Que te habían hablado silenciosas y estrepitosas desde que te fuiste,

Cansándome de ser carmínica al hablar,

tomé estas letras para sentirlas más reales y he comenzado a cantar de verdad,

De cuando en cuando el corazón avisa ,

Que oyes esto al pensar,

Antes de aprender a escribir así,

No comencé a contar cuántos versos van,

Sino cuántas veces en mi mente estás,

Tú y todas las cosas que no me permiten callar,

Nadie avisó antes que terminaría así,

Hablándote en elegías para poderme despedir,

solo un preludio de mi destino lo he reconocido en letras, solo hasta ahora,

en papeles azules y en letras que dibujaron mi corazón,

tomando todo lo que recuerdo, todo lo que pienso,

para poder escapar,

y si un alma desolada no me puede aguantar,

solo tomo los versos que caminando, amorosos y comprensivos van,

y libre vuelvo a andar.

He armado estas alas para cuando me quisieras volver a mirar,

Y quizás mi azulado cielo volver a apagar,

Piensas que soy un hermoso ángel, pero no me quieres volver a ver brillar,

Y como la moscada brisa que trémula llega, podrías llegar, podrías mirarme y no podría

escapar,

He armado estas alas para que pudieras con todo el dolor en tu mirada, mirarme, mirarme,

Y llenarme de risa y yo de inmediato huir de prisa,

Ohm! , ¿por qué te has perdido parte de este devenir en mi vida?

Yo tal rosa de pequeño capullo me he vuelto madura,

Los rayos de sol ya no me duelen,

Como las verdades que venían de tus impasibles pensamientos,

Y mis espinas como viejos dolores me protegen de los moradores.

Nadie pensó que tal sensible capullo se convirtiría en tal rosa sonriente, y resistente a tan contendioso ambiente,

Sabiendo que esto para ti será reticente,

Oh! Recuérdame, recuérdame siempre!

Porque en tus manos estaba la llave para liberarme y la lanzaste al mar profundo,

y nuestros ojos a sabiendas estuvieron presentes.


Espero no verte actuar tal contingente,

capaz de enfrentarte a mí frente a frente , y sin medalla,

Y pudieras declararme simplemente, que nunca supiste quererme,

Tac, tac! Las puertas se han abierto, y nunca te he visto enlistado en este lugar,
nunca he visto tu nombre.


Solo siento que de a poco vas perdiendo el aliento,

Cuando en tus ojos veo lentamente que descubres que no vale el tiempo sin saber amar,
y si un hombre es lo que eres, realmente,
sé que ahora solo sueles saber reunirte en algún bar.

 

Profundos y sensibles versos amiga... un recorrido reflexivo que dibuja el paso de un suspiro y su eco que resuena en la melancolía de una constatación... me ha gustado leerte... te abrazo con todo mi cariño...

 

Gracias Darkness.

 

Espléndida tarea. Brillante trabajo excelente. Divinidad de letras preciosas.

 

Gracias!.

 

Espléndido trabajo soberbio siempre por el camino de la hermosura.