Reverencia

Ya que es dulce su cintura
viene en medida diabética
su mente no es bien vista
por pasar de excéntrica.

No juega con la comida
de vez en cuando conmigo si
no regala ningún beso
conmigo suele compartir.

Sus ojos son anárquicos
el espejo es un narciso casual
si, mi princesa, repite,
como tú no hay otra igual.

Las estrellas se duermen
contando el cabello en su cabeza
riendo se divierte
estar triste es su tristeza.

Muchos desean al menos su número
telefónico, un beso en la mejilla
no con todos la usa
es exclusiva esa vajilla.

No hay mozas más profesionales
en el arte de ser belleza
que esta mujer que huele a ella
labios de amor, sabor princesa.

Su voz es doblaje
de algún programa infantil
su vida va cargada
de una alegría febril.

No quisiera apartar al mundo
de lo más bello que tenía
pero existiendo la codicia
muchos otros la querrían.

La esconderé entonces
con su divertido tamaño
digan lo que sea, por ella
soy pirata y el más tacaño.

Ante esta princesa me inclino
beso sus pies, beso su mano
que gobierne mi vida y no sea
sin su luz un día en vano.

 

Hola!
Profundo , el amor no puede ser mas dulce por que ya no puede, estrellas.

 

Buen poema, bienvenido muy bien editado y con mucho sentido placer leerle