Riégame

Diosa del dolor,

haz que mi sangre no me ahogue,

haz que la última luna sea eternidad,

cóseme tus sueños a mi piel,

gobierna mis sentidos
e impúlsame a tu vacío,

¡que deseo tu infinita sabiduría!,

cómeme como a un libro marchito,

yo seré tu energía,

¡te imploro, diosa mía!

no contengas tus hambrunas,

haz de mis dunas tu reloj,
confecciona tu léxico entre suspiros,

bésame con tu deleitoso lenguaje,

húndeme en tus profundidades,

haz de tu garganta mi único camino,

que te vislumbraré con sed inmensa,

por si carezco de tiempo,

haz de mi cuerpo, tu alma,

por si me voy de repente,
guíame hacia mi resurrección,
que es tuya, que es mía,

y en mis cenizas
riégame como a un fénix,

que te recorreré completamente.