Rincón A Oscuras

Vivo esperando un fin; pero sin prisa,
Sentado en un rincón a oscuras,
Pensando que dentro de poco, no seré más que cenizas,
Muerto, como cada una de estas escrituras,

Viviendo sin razón alguna en especial,
Perdiéndome con mi soledad,
Despertando otro día más,
Fuera de la realidad,

Vivo dando pasos en falso,
Que no me van a hacer avanzar,
Caminando siempre en vano,
Hasta llegar al triste final,

¿Los días siempre son así de grises?
Me pregunto...
¿Todas las personas son así de tristes?
Me cuestiono mientras lloro,

¿Será que... la felicidad es pasajera?
O simplemente no existe,
¿La tristeza es verdadera?
O simplemente, llega cuando algo perdiste,

Así de cruel es la realidad,
Que las rosas se pintan en un manto oscuro,
Pues infinidad de razones hay para llorar,
Como infinidad de razones hay para ser iluso,

Esforzarse es algo inútil,
Ya que;

Aprendemos para vivir,
Vivimos para llorar,
Lloramos para sufrir,
Y sufrimos para acabar.







​

 

José:

Un poema sorprendentemente profundo, que revela tristeza y a la vez madurez, me encanta su lectura, por el tema, pareciera escrito por una persona de más edad, es intenso, no menciona la esperanza que nos indican casi todas la religiones de trascender a la muerte, mediante la intervención de la divinidad, no discuto sobre ello pues no hay razones o pruebas, pero también refleja algo usual en nuestro mundo actual la soledad y el desencanto hacia la realidad y hacia otras personas, reflejo sí, que nos niega la esperanza ante el predominio del materialismo, el egoísmo y sus derivaciones odio y violencia, quizá el tiempo te dé esperanza, pues existen muchísimas personas valiosas con las cuales convivir y aprender y aunque no soy español coincido con la base filosófica de su constitución, pues creo que la humanidad está en la tierra para ser feliz, que el universo es sorprendente porque va de lo simple a lo más complejo, la vida y hasta donde conocemos su culminación en cuanto a complejidad: el ser humano, el único capaz de visualizar el mañana y cambiarlo, gracias por tu poema


Un fuerte abrazo


Jaime