Risas Necias

En la noche de las risas necias

observo miradas juveniles sobre rostros esmaltados

por brebajes encantados

tras miradas desatadas;

y saliva…

sobre lenguas

que están empastilladas


Mabel, quien quiere olvidar

al retoño inesperado;

hoy está con ojos clavados frente a Marko;

hombre de pupilas dilatadas

por infatuación anticipada

o intoxicación bien calculada;

son un dúo más entre decenas de palabras

pronunciadas por las almas ya cansadas

desprovistas de halos de vida,

sin aprecio por las maravillas

de la sinceridad que es bien habida

ni de la quietud

de la fidelidad que sin medida

es renegada y huidiza.

 

Hoy tengo una de esas noches estimado vronte, dejando un saludos y aprecio en un abrazo de colores,