Robado

Ignoro el cómo, pero te robé un beso.

Me supo a whisky desconocido para mi paladar.
Un whisky que me hizo viajar a un lejano páramo;
a mi paso, se trasformaba en un valle fértil.

Fertilidad de brisas
que empujaba a las personas
a alcanzar su
máximo potencial.

Obligaba a los soldados a tirar las armas,
a confiar todos en todos,
al poderoso dejar de pisotear al afligido,
a la justicia, quitarse la maldita venda.

Todo el ruido, coches y gritos,
lluvia contra el asfalto,
se trasformaba en música.
Todos escuchaban emocionados
y aprendían de las batallas del abuelo.
El sentido perdido se posaba
como un ave tímida en las cosas: las importantes, las medias,
las insignificantes.

Eso vi gracias a tus labios.
Te enfadaste cuando al abrir los ojos, te llamé amiga.
Pero no puedo llamarte conquista, amante, novia.
Pues son términos que representan cosas pasajeras.
Me quedo con lo bebido de tu boca,
inmortal amiga.

 

Un placer la lectura de tu interesante escrito. Saludos

 

Maravilloso poema, que un beso pueda cambiarlo todo es una idea muy bella. Me ha encantado tu poema amigo poeta. Un saludo. Paco.

 

Muchas gracias compañeros