Romance “el Ángelus” y la alberca

Esta es historia muy cierta
y aseguro que no miento,
que en primavera,un día,
con destino muy incierto
me levanto del sillón
huyendo de mis lamentos.

Maltratado por la musa ,
de una de mis aficiones ,
que jugó con mi paleta
confundiendo los colores,
me dirigí hacia “La Alberca”
en busca de inspiraciones.
Un lugar paradisíaco:
“El Olimpo” de crisoles

Subí la empinada cuesta
hacia el lago, Estigio nuestro
(no lo expreso en femenino,
por no dañar este verso )
donde es seguro que Aquiles
metiera todo su cuerpo ,
haciéndose invulnerable
menos su talón izquierdo
o tal vez lo confundiera
y fuera el del pie derecho;
pero eso, que más nos da
aunque alguno oliera a queso


Olvidemos esta broma ,
pasemos al hecho cierto,
que al borde de la laguna
había púberes tiernos
que me parecieron faunos
mas, a otros simples mozuelos
con sus gorros y sus botas
para pescar bien dispuestos
a las tranquilas nereidas
que ingenuas pican anzuelo.
Para algunos serán carpas,
para mi trozos de cielo;
la imaginación manda
y te da muchos consuelos.

Mientras sirenas cantaban,
ranas serán para necios,
me sucede un hecho extraño
mientras yo estaba leyendo
que unos plumíferos ángeles
o tal vez faunos inquietos
cantaban coros de Bach
o al menos me parecieron ;
tan cerca de mí se hallaban
que no esperé ni un momento ;
cerrando el libro de Ortega,
quise apagar mi intelecto.
Oí campanas de reloj
¡las doce en punto tañendo!
mas entonces comprendí
lo que estaba sucediendo.

Es buena costumbre en mí,
pues, que el ángelus oyendo
tomarme un aperitivo
con un buen vino terreño .
No sé si es término justo
pero si es liquido bueno ,
el de esta grandiosa tierra
a quien dedico lamentos.
Hay quien los llama caldos
cursi acepción la de ellos
ya que de vinos se trata
lo que por caldo entendemos .

Mas, aclararlo es de necios
pues de todos es sabido
que son muy buenos los caldos
los que salen del cocido.

Sigo esta narración ,
y explico lo que era aquello:
revelación de las tripas
era lo que estaba oyendo,
nada de coros olímpicos,
ni ángeles del santo cielo
si no estomago vacío
reclamando su sustento.

Es, en mi sillón sentado,
ahora donde me encuentro ,
rodeado de buen vino
y bocado suculento.
Por cortesía decirles
¿Vos gustáis?, pues al coleto.

 

Un bellísimo romance nos deja. Lo felicito por su bina inspiración. Ha sido un placer leerlo. Saludos.

 

Gracias Lou C por tomarte la molestia.
Saludos cordiales

 

¡Qué ocurrente has estado Epimeteo, tremenda historia!, tiene de todo: bucólicas referencias míticas de faunos y nereidas, la laguna Estigia a la que has cambiado el sexo y los pinreles de Aquiles acaso olorosos... , salpicados aquí y allá unos golpes graciosos muy ocurrentes para hacernos sonreir en medio de toda este recorrido hacia los manjares que has hecho.

Me ha gustado mucho este trabajo, amigo. Algún octosílabo he visto que parecía más bien heptasílabo pero en medio de todo ese barullo de tripas reclamando sustento creo que pueden pasar desapercibidos.

Un abrazo.

 

Jajajajajajaja, me declaro tu fan # 1 jajaja, Eres un genio creando versos. me encanta todo cuanto te leo, y aunque siempre me inspiras a seguirte un pié forzado, esta vez me dejaste (como dirían en mi tierra) "me dejaste botá" jajaja, Mis aplausos como siempre y un abrazo.

 

Que lo pasaras bien, fue mi única intención.
Saludos cordiales.

 

jajajjaja
un ocurrente romance querido amigo,
gusto pasar por tus letras aunque me han despertado el apetito en plena operación bikini!
Besos y mis estrellas a tu cielo,
Eva

 

La verdad que en ese lugar me he hecho muy buenas lecturas y ensoñaciones.
Me alegro que te gustara.
Un abrazo amigo Juan

 

Si he escrito algo cómico y te gustó, pues he logrado mi fin. Otros fines habrá en otros momentos.
Saludos cordiales Luviam

 

Bueno, yo al final del romance ofrecía comida y una copita de vino.
Saludos y gracias por tu visita