Rompiendo el cascarón.

Que no hay hombre ni mujer.
Que todos los artesanos están en el taller.
Las manos del estudiante de Solfeo, al piano.
El jinete del Apocalipsis, jugando al Ajedrez. A ver si puede comer chocolate y queso manchego.


Que a la virgen de Begoña, la llaman Bego.


Que Lionel Messi se tatuó la piel.
Que el Barça está en decadencia, después de su gran éxito.
Y que no puedes entrar sin llamar.
Que cuando entras, te ofrecen una taza de té, que está hirviendo.


Que el medio-ambiente se está calentando. Que todo va a salir mal.





Que el planeta es una caja de zapatos, llena de gusanos de seda.
Que hacemos capullos, para el Señor.
Que nos alimenta con hojas de morera.
Que somos de lo que no hay. Tortugas pequeñas, que comen pececitos secos.


Y eso huele muy mal. Eres un santo en su pedestal. Y todo lo que tú quieras...


Qué bonito es soñar despiertos.
Es maravilloso trascender.
Traspasar las fronteras de la Muerte.
Para tocar, con nuestras manos, la buena Suerte.


¿ Y luego, qué ? Romper el cascarón.

 

Me sorprende tu versatilidad, mezclar lo supefluo con lo trascendente y lo serio en un poema, es atrayente la propuesta. Un saludo cordial.

 

Gracias, amigo.
Me esfuerzo mucho.
Tolero mi circunstancia.
Porque existo.
Y yo soy yo, y mi circunstancia.
Y entiendo que hay superficies, y profundidades.
Para todos los públicos...
Porque el respetable público, consiste en damas y caballeros, y niños y niñas.
Ese factor ( el factor X ), siempre presente. Nunca sabes con quién te encontrarás...
A la vuelta de la esquina.