Rompiendo El Silencio De La Calle

Ecos de risas inocentes en la eternidad de una calle que no sueña
de una tarde sin juguetes, sin besos y abrazos
susurros de voces y lágrimas que horripilan el aliento
que son el pan de cada día.

Alboradas de futuro incierto...
de tardes que silencian el crepúsculo
inscrito en el horizonte de una mar que no va ni viene.

Yerma noche que se acomoda en un lecho de piedras
cegada y vilipendiada noche que no vio la luna
bajo los periódicos, tal vez del día de ayer.

Manos traviesas que no palpan, sino el frío pavimento
que no saben de juguetes ni regalos…
que no saben de la ética, ni los códigos,
que no esperan alimentos en la mesa.
que sin besos y abrazos de buenas noches, liquidan el día
que no les augura nada del nuevo amanecer.
Sólo la frialdad de la calle conoce de sus esperanzas
que ellos tal vez ignoren…
de un semáforo que en rojo abriga su sustento.

Son las almas vírgenes que transitan sin impuestos
viviendo para no morir en la gesta sin destino,
en la batalla impuesta… Presas fáciles del inédito albur.

Almas del calor y del frío…
sin nacionalidad, ni pasaportes.
del suelo transitado de la gran ciudad.

Almas dueñas de sueños de un mañana
De sueños de hogar, de manos que acaricien
De besos que sanen las heridas.
de una flor y un pan sobre la mesa.

Amy/Julio 4/2007