Ruh

Ese maldito pensamiento que ronda mi cabeza desde que tengo uso de razón,
que no soy igual que los demás y que inútilmente, soy como todos ellos.
Adelantado a mi época, o atrasado al resto, sin respuesta,
en un vacio rellenado con instantes de felicidad
que se diluyen en un mar de ilusiones, que no llegan.

Como un gigante en un mundo a su medida,
que sabe que es un monstruo, aunque los ojos le digan
que los demás son igual de feos.

Como un escritor con tinta y papel,
preparado toda la vida a escribir,
sabiendo que lo único que no llega es imaginación.

Intensa frustración, la que siente un enano,
al que el amor le ha dado todo, y le ha dejado sin nada.
Descubriendo al fin, que no fue el amor,
sino la confianza que un día tuvo,
para creerse un gigante que se desinfló al segundo.

Como una roca contra el mar, toda la vida chocando,
erosión lenta, y daño que no olvida,
sabiendo al fin, que no se puede vivir
con algo que te destruye lentamente,
pero que no se puede vivir sin ello,
ya que es lo que te da la vida.

Recompensa o castigo,
sin saber que siento, sin olvidar lo que he sentido,
no es mejor la compañía que la soledad,
porque no hay peor soledad, que la mala compañía,
ni mejor compañía, que la falta de soledad.
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