Ruinas

Luz, en atenas calamar es un rey,
en epicureo concepto de dominación,
donaire y respeto su buen gusto y fascinación por el arte.

Alucinación
enajenación en los bosques de rostros
y flores que cantan,
acicalándose en el orden
que el viento las mueve
a sonreír
a espíar a los enamorados
y morir al terminar la primavera;
delicadas son,
se deshacen en tus manos,
cómo libido azufre en la entrepierna,
azul coincidencia,
tubérculo azul,
me como la secuencia
me deshidrato en el hiato,
ya no quiero conservar la razón
si eso equivale al contrato
y al pacto indisoluble.
Libido polen en sus bocas,
libido gotea y empuja,
toca a mi puerta barbijo,
tapiz de hojas y cadáver,
cabellos largos caminan
entre las ruinas del imperio
en niveles subalternos.

 

Excelente lectura amiga Oona, un placer acercarse a tu arte de la palabra. Saludos.

 

No importa. Desde las ruinas siempre se han construido cuestiones grandiosas en todas partes. Como Ciudad de México; como Caracas. Bloques con sangre; sangre con gritos; cenizas de saliva, orín y derrota. Bloques catedrales y calles edificios... con todo eso que fueron una vez y que de alguna manera, a pesar del olvido, siguen siendo -vivas- en lo más profundo, más allá de las sucesivas capas de pintura. No importa aunque importe ¡y mucho!. Llueve, el verde vuelve.

 

Mmm... vaia vaia vaia
qué imágenes

El yuyu revoltoso dice: Voragine...

"Libido polen en sus bocas,
libido gotea y empuja"

Qué chanchis! @Emp semos gotas de polen