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Rutina.

Tema en 'Poemas Generales' comenzado por VICSAM, 19 de Julio de 2020. Respuestas: 1 | Visitas: 204

  1. VICSAM

    VICSAM Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    26 de Julio de 2015
    Mensajes:
    75
    Me gusta recibidos:
    43
    Género:
    Hombre
    Naturaleza y Rutina. -vicsam-

    Un día lluvioso de mayo,
    a la décima hora de la mañana,
    caminé hacia la luz difusa,
    que se filtraba por la ventana;
    al otro lado el viento
    desprendía una a una
    las coloridas hojas de los frondosos
    Árboles del Ámbar, que
    por decenios vivían en el patio de
    nuestra casa.

    En una escena sublime,
    el dúo de árboles, entrelazaban
    desesperados sus tentáculos,
    protegiéndose mutuamente,
    en un abrazo eterno
    resistiendo el embate de
    las corrientes de aire que
    una vez más despojaba sus hojas,
    y los dejaba desnudos llorando
    los recuerdos pasados.

    Sesenta y siete ayeres
    bajo el sol abrasador,
    el dúo de Liquidámbar,
    jubilosos entrelazaban sus ramas
    cargadas de hojas amarillas,
    rojos y burdeos, y
    se mecían abrazados,
    en una danza de amor,
    al compás de las notas
    musicales del viento suave,
    veraniego de Peralillo,
    viviendo intensamente
    los momentos, porque
    se avecinaba el otoño,
    que troncharía sus hojas
    y no podrían fundirse,
    tocarse y besarse, pese
    a seguir juntos y amarse,
    pues se venía el invierno,
    que empalaba sus
    ramas desnudas,
    huesos y ropajes,
    con truenos,
    agua y hielos,
    llevándose el viento
    el amor y los recuerdos.

    La celestial despedida
    de este dúo frondoso,
    que han vivido juntos
    una vida plena de amor,
    que por efecto del ciclo natural
    y rutinario de los solsticios
    y equinoccios, se ven
    obligados a invernar
    sus quereres,
    hizo saltar en mi pecho,
    este corazón que está lleno
    de amor, hacia esa mujer
    que dormía apacible en
    la cama, y suavemente
    desahogué mis culpas,
    por esconder bajo mi capa,
    y no gritar en cada momento
    que tú eres mi vida,
    mi ensueño
    y mi último aliento:

    Ya no le digo a tu oído,
    que te quiero,
    que tu piel me desfallece,
    que tus olores me cautivan,
    y no traigo flores a tu mesa.
    Olvide los cariños y atenciones,
    que el tiempo da, por cierto,
    sin que salga de mi puerto,
    signos manifiestos del amor,
    sublime que por ti siento.

    No sé cuándo,
    el sentimiento del amor,
    dejó la lumbre y
    dio paso a la costumbre,
    quedando lejos relegado,
    el cariño manifiesto,
    los te quiero,
    los besos y caricias,
    signos vivos del amor ,
    que late cantando,
    tu nombre, adentro
    de mi cuerpo.


    Los te quiero ahora
    susurran solo al tiempo,
    durmiendo bajo
    un manto de silencios,
    surgiendo repentina
    la rutina paulatina,
    inundando cada esquina
    con haceres y deberes,
    relegando los quereres,
    los cariños y placeres,
    alimentando el amor
    solo en los cumpleaños
    y en los días
    especiales del anuario.

    La armonía y sinergia
    que encendía el corazón
    cada día, en una chispa
    de tiempo se durmió,
    durmió también, la
    ternura y mi voz en tu oído,
    susurrando la dulzura que
    causa en mi alma tu estampa,
    imagen tuya viva, que alimenta
    mi alma y da la vida al
    torrente rojo, que fluye
    por mi cuerpo inspirando
    bellas palabras cariñosas,
    que mantienen cristalino,
    el amor que por ti siento,
    alimento diario y epicentro,
    de esta unión
    y nuestros cuerpos.

    Tu piel y mi cuerpo
    dieron, por cierto
    que el universo, que
    nuestra unión creo
    en el firmamento,
    era sello verdadero
    y suficiente para
    mantener colmado
    de colores y sabores,
    ese amor que un día
    juramos y nos prometimos,
    alimentar diariamente,
    para que el manantial,
    estuviera colmado de
    sabores, fragancias y
    esperanzas.


    Mujer de mi vida
    compañera de mi alma,
    eres mi luz de hoy
    y todos los mañanas,
    eres el aire que oxigena
    mi cuerpo, solo tú
    me das la energía vital
    y necesaria.
    Eres el agua que colma
    mi sed y hace florecer,
    esa fuerza misteriosa,
    que anida en mi corazón
    y que estalla en mil
    amores por ti mujer,
    cuando mis manos,
    acarician tus cabellos y
    laboriosas recorren tu piel,
    y mis labios temblorosos
    buscan su boca y
    sedoso cuello,
    en un rito mágico de amor.

    La niebla y la rutina
    paulatina, fue cubriendo
    incluso la cocina,
    olvidando alimentar
    el corazón,
    manantial maravilloso,
    de donde sale el amor.

    No sé cuando,
    el rosado del amor,
    el rojo de pasión,
    y el azul de la paz
    y la felicidad,
    se durmió en
    las imágenes
    colgadas en las
    paredes de la casa,
    y es el computador
    quien con sus fondos
    de pantalla
    recuerda cada mañana
    que eres tú, a quien
    mi corazón ama.


    Al mediodía
    las sorpresas que
    hacían diferente
    los momentos y cada día,
    se fueron con ligereza,
    dando escaño a la costumbre,
    guardando en la maleta
    los piropos, los halagos,
    el coqueteo sensual,
    las caricias y
    los pequeños detalles,
    que mantienen vivo
    el amor y la pasión.


    Oh rutina paulatina,
    que has hecho
    en nuestras vidas,
    has llenado de silencios
    y enmudecidos nuestros cuerpos,
    cautivando el corazón,
    empañando el rojo del amor.

    Amor mío,
    romperé las rutinas, y
    avivaré la antorcha eterna
    que arde consumiendo
    mi pecho…
    Haré de cada instante
    un mundo nuevo,
    llenaré de rosas tu vida,
    y cada mañana traeré
    mariposas a tu ventana,
    y por la tarde te regalaré,
    resplandores de colores,
    iluminando tus noches
    con mil te quiero,
    recuperando el ensueño
    de aquellos días de silencios,
    cuando a pesar de morir por ti,
    te privé de cantarle a tu oído
    que tú eres la mujer de mi vida
    y de mis sueños.

    Te amo,
    nunca he dejado de amarte,
    no ha sido desamor,
    solo omisión por la
    rutina paulatina
    que hace tanto daño
    al corazón, manantial lleno
    de soles rojo, donde
    anida y crece el amor.
     
    #1
    Última modificación: 19 de Julio de 2020
    A EllieWoonlon le gusta esto.
  2. EllieWoonlon

    EllieWoonlon Achís

    Se incorporó:
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