Sabanas de Plomo

Envuelto y perdido entre sabanas de plomo, hundo y doblego mis excusas, que en su espera, desesperan en la cárcel de los sueños.

Apilo lagrimas hasta el cielo, y en descuidos pronto caen desde lo alto hasta estallar en el eco de tus recuerdos.

¿Como es que el tiempo alerta su prisa y despreocupa su estilo, como puede ser que lentamente tu nombre sin fin se escuche aquí adentro?

Ya sombreado mi rostro y oculta mi alma me pesa el dolor del plomo en mi pecho, enredo sin calma mi alma en metal y espero...

Y cada vez que intento volar de este transe, mis fuerzas se pierden por la corriente misteriosa alojada en tu andar.

¡Frió ven pronto y congela la morada, el sitio donde alberga mi corazón, comienza por el suelo, paredes y ventanas hasta llegar al centro de mi gran amor!

Por fin mis venas huelen a metal, me siento aliviado y sin límites al mirar, aunque no recuerdo muy bien porque cubierto en sabanas de plomo me sumerjo.

Dormiré solo un momento, preparándome con ansias para nuestro último encuentro...