Saber vivir

Cuando se llega a la madurez
solo queda la estela
de esos años mozos,
ulterior, tez, cuerpo
con huellas prontas
y la mente frágil,
si evocas el pasado
mutilas el presente,
si avizoras el futuro
con el crisol y el
espíritu inmarcesible,
enalteces y te das el tupé
de coquetear con la vida
y con la misma muerte.

 

Bien expresas el cambio radical, tanto en mente como en la carne, que llega con el principio de la etapa final en la existencia. Tenemos tanto, más nunca lo suficiente, para darnos el lujo de discutir con la vida y con la muerte sin el abrazo del asombro, o el del miedo.

Excelente tu reflexión lírica, gracias por compartirla.

 

Hola Frank me alegra te gustó mi poesía. Un abrazo

 

Gracias a Luciana Rubio, Grace y a Eliana porque le gustó mi poesía.